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Rally Mobil

La historia de la única navegante presente en el GP de Rancagua

Javiera Román es la única mujer en la sexta fecha del rally nacional. Para llegar a serlo sorteó una historia de contradicciones con su padre y su actual piloto.

Rancagua
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Una parte de la historia de la única mujer que participa en la sexta jornada del Rally Mobil, el Gran Premio de Rancagua-Machalí, deja en evidencia su imparable pasión por los autos. Pero más que eso, refleja su lucha contra algunas contradicciones que se le han presentado en una carrera breve pero con ambiciosas metas.

Javiera Román (25), navegante del piloto de la R3 Jorge Riquelme, debutó a principios de este año en un deporte dominado por los hombres, tras sortear en primera instancia con la negativa de quien, paradójicamente, le inculcó el amor por el mundo tuerca: su padre.

A mi papá le gustan mucho los autos. Él me inculcó todo esto, y siempre me ha apoyado en todo lo que le pido. Pero cuando quise competir no me dejó, le daba terror. Así que empecé escondida. Al final tuvo que dejarme, no le quedaba otra”, confiesa la joven estudiante de Ingeniería Civil Geológica, mientras afina detalles y analiza la ruta que recorrerá durante este fin de semana junto a su mejor amigo.

“Jorge (Riquelme) me impulsó, y a él le debo mucho. Nos entendemos perfecto, aunque al principio prometía que nunca iba a dejar que yo fuera su copiloto”, explica.

Lo de Riquelme fue otra paradoja que Román tuvo que superar. Según lo contado por ella, su “partner” se resistía a la compañía de mujeres en su auto, por un tema de suerte. Sin embargo, como amigo le transmitió aspectos importantes del deporte, y ahora figuran como un binomio inseparable.

“Nunca lo pensó, pero las cosas se dieron así. Ahora soy como su cábala”, dice entre risas, en una conversación fragmentada por los constantes saludos de los demás pilotos en Machalí.

A la oriunda de Concepción se le ve cómoda, contenta. Llegó a la carrera presionada por una inflamación en la garganta, pero eso no la detuvo. “Mis amigos me vinieron a ver y me dieron ánimo. Además, acá pareciera que todos se esfuerzan por hacerme sentir bien”, apunta.

“Ahora lo más importante es terminar esta carrera, porque en Pucón no pudimos por una pequeña falla”, comenta Román.

Pero eso es a corto plazo. Sus proyecciones para el futuro son más ambiciosas: “Ser piloto, y hacerlo bien. Así que falta mucho todavía por aprender”.