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¿El fin de la era Jadue?

Chile empató con Colombia y el enfoque de la actuación de la Roja será motivo de otra columna. Este jueves, el equipo de Sampaoli enredó dos puntos en Ñuñoa, pero la jornada será tanto o más recordada por la inédita declaración pública de Sergio Jadue en Pudahuel en que acusó a algunos de sus pares de estar envilecidos por la ambición e inventar cahuines de poca monta y, horas más tarde, por presentar una licencia médica por 30 días que lo exime de sus funciones al mando del fútbol chileno. Lo que hasta antes del escándalo FIFA y la opción de compra del 20 por ciento (o la totalidad) del CDF era una carrera ascendente de Jadue en la Conmebol y, probablemente, en el máximo organismo del fútbol mundial, hoy va de mal en peor.

Desde hace varios días se comentaba en Quilín, Juan Pinto Durán y sus alrededores que Jadue estaba afectado de un severo cuadro de estrés que según los médicos ameritaba como mínimo tomarse un tiempo libre. ¿Estrés laboral? ¿Tensión derivada de las presiones ante la posible venta del CDF? ¿Complicaciones propias de sentir que la adhesión unánime de los clubes se va desmoronando? ¿Desconfianza ante la renuncia del colombiano Bedoya y una eventual delación que lo inculpe de algo?

Lo cierto es que Jadue perdió piso. Su fundamentado o no ataque al dirigente de la U Mario Conca fue también un misil contra Carlos Heller, que no sólo es el presidente de uno de los clubes más importantes del fútbol chileno y prestigioso empresario de la plaza, sino que socio comercial de la ANFP. Heller es dueño de Mega y este canal de televisión abierta detenta los derechos de transmisión de la selección chilena tras un pago millonario a Quilín que, según algunos actores de la competencia, fue poco transparente. ¿Acaso aquella sólida relación ya no existe? ¿Qué interés tendría Conca de enlodar a Jadue? Todo puede ser.

Pese a su juventud y corta carrera dirigencial, Jadue exhibía hasta hace poco un mérito importante: su gran habilidad política para desenvolverse en un mundo de empresarios, dirigentes ladinos e inversores con patrimonios mayores al suyo. Nada fácil. Pero el presidente de la ANFP, con maestría, dominaba la escena. Vale recordar que cuando hace un tiempo la oposición intentó articularse, la disidencia que encabezó O´Higgins apenas halló cierto respaldo en Audax Italiano y Deportes Temuco. Hoy, de ese Jadue político no queda mucho o, de lo contrario, no hubiera disparado a la bandada.

Al regresar a Chile, el presidente en receso de la ANFP, dijo que su viaje a Brasil obedeció a motivos personales, asociados al futbol, que no tenían nada que ver con Quilín, pero sí con un próximo congreso de la FIFA donde nuestro país podía optar a un cargo importante. Supongamos que fue así, que todos los rumores que circularon respecto de que había ido a declarar ante el FBI o a juntarse con otros dirigentes de la Conmebol por el caso Bedoya, eran falsos. Ok, hubo alguien o más de alguien que lo quiso perjudicar. ¿Pero por qué le dijo a algunos periodistas confiables que no había salido de Chile? ¿Por qué no le informó del viaje a sus asesores más directos? Parte del equipo de trabajo más cercano a Jadue renunció este miércoles.

Está por verse si el caso Fifa acaba tocando a Jadue o si los millonarios intereses que hay detrás de una eventual venta del CDF terminan por derribarlo. Hay demasiada plata en juego y el calerano se defiende diciendo que su postura es moderada y responde a una suerte de visión de estado. Este jueves, sin embargo, lejos de manejar políticamente la crisis prendió el ventilador y le achacó a la U un intento flagrante por dañarlo. El incendio está declarado y hay un reguero de dudas. La principal, ¿Se acabó la era Jadue al mando de la ANFP?