Bielsa tenía razón
Jadue lo hizo pensando en la gente. Su medida innovadora puede beneficiar a miles de personas. Instaló un tema en el país que resulta ineludible. Bajó el precio del producto, pensando en la afición. Jadue. Daniel Jadue y su proyecto de la farmacia popular en Recoleta.
Porque lo que es su primo, Sergio, presidente de la ANFP, no lo pasa bien. Por errores no ajenos.
El timonel del fútbol mintió y mal. Le mintió a sus cercanos en la mesa directiva cuando viajó misteriosamente a Brasil, por razones no aclaradas. Le mintió a algunos de sus más cercanos colaboradores, quienes terminaron dando un paso al costado. Le mintió a la opinión pública, cuando dijo que no tenía motivos para renunciar a su cargo, siendo que la comisión investigadora ya tenía elementos suficientes para, al menos, cuestionar su permanencia.
Mintió en casi todo, menos en el poder que tiene el CDF y cómo su venta abre una vena que puede desangrar el fútbol chileno. Hoy vender el Canal del Fútbol no es solo vender los derechos de televisión. Es, por culpa de la mala gestión de los clubes, vender el fútbol chileno como tal, pues la mayoría de las instituciones viven, respiran, se nutren y financian a través de esos montos. Y de poquito más.
Cuando Sergio Jadue ataca a Mario Conca está atacando a Carlos Heller. Pero no solo eso. Está disparando contra quienes lo pusieron en la testera.
El archivo no muerde.
El calerano llegó a la presidencia porque nadie más podía asumir ese cargo. Tras la fallida elección de Jorge Segovia, su posterior y patética fuga del país, el joven dirigente del equipo del cemento se encontró, de un día para otro, con un puesto, una exposición, una influencia que quizás nunca imaginó.
Pero con el tiempo Jadue quiso construir su camino propio. Quienes lo instalaron en la mesa, miraban con recelo. De cerca, pero no encima. Una lealtad que transitaba siempre por la cornisa. Cuando quiso desmarcarse, ya no tenía cómo. Su nombre, sus actuaciones, ya estaban demasiado salpicadas con decisiones e intervenciones que siguen siendo oscuras.
El escándalo de la FIFA, la caída de sus máximos dirigentes, la nube negra de la sospecha cayó sobre Jadue. Su permanencia era insostenible. Su ataque virulento contra sus antiguos mentores, aunque fuera totalmente cierto en su contenido, fue su lápida.
Una licencia médica poco creíble. Una investigación internacional. Dudas internas. Un viaje misterioso. Pérdida total de confianza en la mesa. Nada que hacer.
El torneo chileno corre peligro real. Lo hemos escrito y dicho muchas veces. Están matando el producto fútbol. Creen que la alta tasación del CDF significa que el campeonato es saludable y no es así. Sólo significa que el CDF gana mucha plata y vale mucho dinero, pero no el fútbol, la actividad, el certamen. La casa gana.
Jadue se va. La federación de fútbol está manchada. Justo cuando el equipo es campeón de América. Justo cuando en cancha están varios de los mejores jugadores de la historia nacional. Justo cuando la mejor generación de todos los tiempos sigue peleando. Justo cuando la Roja es reconocida en todo el planeta.
Marcelo Bielsa, en enero del 2011, la cantó enterita, completa, al momento de renunciar. El rosarino no es un mago, un brujo ni un agorero. Solo es un tipo de fútbol. Decente como pocos. Nada más ni menos.
Parece que la alegría nunca puede ser completa. Y aunque cueste creerlo, puede empeorar.