El clásico de Osvaldo González, reflejo de un semestre amargo
Rocky no hacía un mal partido ante la UC pero estuvo involucrado en los dos tantos cruzados. Coronó su duelo con una infantil expulsión.
La U ha tenido un bajísimo año futbolístico, de eso no hay dudas. El pobre rendimiento de los azules tiene directa relación con las actuaciones individuales principalmente de sus hombres más experimentados, los mismos que hace no mucho tiempo fueron la base de un equipo que a nivel sudamericano se hizo intratable.
Dentro de ellos se cuenta a Osvaldo González, quien ha sido uno de los más cuestionados por los hinchas a lo largo de 2015 y que tiene a la dirigencia estudiantil convencida de buscarle una salida a fin de año, a pesar de haberle renovado hace no mucho tiempo.
“Creo que ahí nos equivocamos. En un momento habíamos decidido no extender su contrato pero la petición expresa de Martín (Lasarte) por contar con él nos llevó a cambiar la postura”, cuenta a AS Chile un dirigente del club.
Y es que en la concesionaria sienten que Rocky ha sido uno de los más bajos en cuanto a rendimiento. Justamente, la lectura que hacen es que con sus pergaminos más se nota la merma futbolística.
Reflejo de esto es el clásico que jugó ante la UC. Hasta los 81 minutos el defensa no hacía un mal partido. Con aciertos y errores, Rocky sacaba la tarea adelante. Ahí vino un cierre de terror.
Porque a nueve minutos del pitazo final intentó rechazar una pelota con una chilena en plena área y esa jugada terminó con un discutible penal en contra. Fue el 1-2 de los cruzados, que siguieron buscando el arco azul.
En el 88’ una desatención entre Matías Rodríguez y él terminó con el empate final. González no atacó el pase corto del lateral y fue anticipado. Michael Ríos aprovechó el regalo. Para colmo, a los 92’ cometió una infracción que Roberto Tobar no dudó en cobrar. La falta le valió una amarilla al zaguero, quien aplaudió la determinación del juez. La roja le llegó de inmediato.
Osvaldo González cerró así un partido que iba bien hasta los nueve fatídicos minutos finales, donde, tal como el resto del año, Rocky estuvo lejos de sus mejores momentos.