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SantiagoActualizado a

¿Se han percatado que de un tiempo a esta parte nadie sabe nada? Al menos en algunos episodios donde, se supone, cohabitan personajes brillantes, emprendedores, éticos y morales, que no solo saben qué hacer, sino que nos dictan la pauta de cómo debemos actuar.

Jadue actuó solo. Absolutamente solo. Todas sus decisiones fueron sin consultar con nadie. Nadie lo aconsejó. Nadie lo asesoró. Nadie lo puso en la testera de la ANFP. Se tomó el poder solo. Sacó a patadas a Harold Mayne Nicholls, porque a él se le ocurrió y nada más que por eso. Echó a Marcelo Bielsa. Contrató a Borghi. Lo despidió. Convenció a Sampaoli. Incluso ganó la Copa América.

Resulta que ahora nos enteramos que don Sergio recibió dinero por coimas, que tenía inversiones en paraísos fiscales, que creó un imperio inmobiliario, que le prestó plata a quince clubes. Todo eso lo hizo a espaldas de todo el mundo, porque los dirigentes del fútbol dicen que nadie sabía nada.

Jaime Estevez, reputado político, ex Ministro, ex Senador, ex Presidente de BancoEstado, dijo que en la investigación de la comisión que él comandaba, destinada a revisar las cuentas de don Sergio, no encontraron nada. “Nos engañó a todos”. Una labor de sabuesos que podría resumirse en un dialogo parecido a este:

-¿Don Sergio, usted tomó dinero que no era suyo?

-No.

-Gracias don Sergio.

Punto. Punto Final.

Este domingo, cuando José Yuraszeck ingresaba al estadio Nacional para presenciar el clásico entre Universidad de Chile y Universidad Católica, fue abordado por los medios de comunicación. Interesante era escuchar el testimonio del ex timonel de Azul Azul. Fue él, junto a Jorge Segovia (fugado del país), los principales articuladores de la actual mesa directiva, encabezada por Sergio Jadue, quien terminó aceptando sobornos, arrancando del país y delatando a sus antiguos socios para reducir su pena.

-No tengo nada que decir al respecto-, fue la respuesta de Yuraszeck.

La carencia total de autocrítica, la desidia, indiferencia, la cobardía de quienes crearon este modelo que condujo el fútbol chileno en el último lustro, es patética. Ahora nadie sabía nada. Nadie opina. Nadie dice nada. Ya tienen a su culpable en Estados Unidos. Los de acá, miran para el lado, se hacen los lesos.

Como en los diferentes casos de colusión, donde los máximos empresarios, esos brillantes y preclaros, no sabían lo que hacían sus gerentes. Pero facturaban igual.

Jadue hizo todo solo. Se quedó con plata por coimas. Mató a Kennedy. Inventó la fórmula de la Coca Cola. Escondió a Jimmy Hoffa. Y, probablemente, también mató a Gaete.

Solo. Porque nadie sabía nada de nada.