Colo Colo y Santiago Wanderers estaban listos para jugar el definitorio partido por la última fecha del Torneo de Apertura. Los albos podían campeonar en la quinta región, pero los hinchas decidieron otro panorama en la previa. Graves incidentes, agresiones a camarógrafos, invasión a la cancha, fuegos artificiales y piedrazos hubo en el Estadio Elías Figueroa.
Desde las mallas de los arcos hasta cámaras fotográficas de profesionales que se encontraban trabajando en el estadio destruyeron los delincuentes que ingresaron a la cancha en Valparaíso, sólo minutos antes de que arrancara el encuentro.
Sólo 15 minutos después, ya con el desastre por todo el estadio, ingresó Carabineros para dispersar a la masa. Aunque ya los desmanes habían llegado muy lejos.
Debido a la gravedad de los incidentes, el árbitro Enrique Osses decidió suspender el partido.