Sospechoso despelote
El concepto más llamativo del informe de Ramiro Mendoza llega a ser metafórico: una auditoría forense.
No es que el fútbol chileno sea un cadáver (aunque huele como tal), ni tampoco que tendrán que venir los peritos de CSI a ver el tema. La auditoría forense, en su definición, surge para combatir la corrupción y cuenta con un experto que emite conceptos y opiniones para que la justicia actúe con mayor certeza en la supervisión de la gestión fiscal.
El reporte del ex contralor suena categórico, aunque podría serlo aún más. El desorden administrativo y contable que describe es tal que pasa de inmediato a la categoría de despelote. Diría mejor que es sospechosamente despelotado.
No es necesario tener una iniciación en auditoría para darse cuenta que prestarle plata a los clubes con dinero sacado desde la cuenta de la organización de Copa América es algo irregular. Si a eso se le suman prestaciones de servicios sin contrato y compras donde no existen los activos, estamos ante dos escenarios: pusieron a los tres chiflados a cargo de la gestión o algo quieren ocultar.
Son muchísimos los millones de pesos que entraron y salieron sin saber dónde fueron a parar. Y da para pensar mal, más aún si quien ejecutó esto hoy está procesado en Estados Unidos por... corrupción.