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Entrevista

La historia de Ariel Segovia: de Quilpué a la premiación de FIA

El piloto de Villa Alemana viene llegando de Panamá, donde fue premiado en la ceremonia anual de "FIA de Las Américas". Esta es su historia.

Actualizado a
La historia de Ariel Segovia: de Quilpué a la premiación de FIA
Cristian Salas S.

El automovilismo chileno de pista actualmente pasa por una escasez de jóvenes figuras que brillen en la escena local. Sin embargo, eso no quita que algunos pilotos con más trayectoria se estén destacando en categorías zonales y que incluso, lleguen a ser reconocidos en el extranjero.

Es el caso de Ariel Segovia Molinari, piloto nacido en Villa Alemana, que con un currículo deportivo de 18 años, múltiple campeón en diferentes categorías y es el vigente monarca de la serie GT1600 a bordo de un Toyota Corolla, que se disputa anualmente en la ciudad de Quilpué, V Región. Viene llegando de Panamá, donde fue premiado en la ceremonia anual "FIA de Las Américas", que galardona al piloto más votado de cada país, el cual es elegido por sus propios pares y federaciones.

Buscamos conocer un punto de vista diferente de la realidad del deporte motor en Chile, vista desde una categoría regional de autos. Además, trae una interesante historia de cómo Segovia casi se convierte en futbolista profesional, pasando por ser vendedor de seguros, para luego convertirse en piloto de autos. Con 37 años, casado, un hijo de 8 meses e Ingeniero Civil Industrial, Segovia Molinari se ha hecho un espacio de una manera especial: aparte de su destacado palmarés zonal, ha sido premiado como un piloto de fair play, reconocido por sus pares, y una positiva imagen que proyecta al público tuerca.

"CASI TERMINO JUGANDO EN LA UNIVERSIDAD DE CHILE"
Corría 1993 y la vida de Segovia era el fútbol. A tal punto, que de una gran convocatoria de jóvenes hecha por el Club Universidad de Chile, quedó seleccionado junto a otro jugador representando a la V Región. "Nos fuimos a probar al complejo que antes tenía la 'U' en Quilín y quedé entre un montón de jugadores. Después cuando fui a entrenar de verdad, la cosa fue diferente. Era bueno, pero en Santiago habían 'cabros' extremadamente buenos y ahí me di cuenta solito que el fútbol no era lo mío. Mi compañero de postulación fue Mauricio Rojas, que terminó siendo integrante de esa selección chilena medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, y luego fue campeón con el recordado Wanderers de 2001".

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PARTES Y PIEZAS EN EL DORMITORIO
Luego de ese breve pasado futbolero, Segovia miró una actividad que siempre le llamó la atención: las carreras de autos. "Me demoré un año y medio en armar mi primer auto (un Fiat 600). Tuve algo de ayuda familiar: las mesadas de las tías, algunas pocas lucas de mi papá. Almorzaba un completo con una bebida, y me guardaba las otras tres lucas para el auto. Además, tenía que estudiar, nunca quise dejar los estudios, por lo que hacía malabares para ir comprando cada parte del auto, que iba guardando en mi dormitorio. Incluso, 'pituteaba' vendiendo seguros automotrices e hice encuestas de opinión pública. Cuando a mis amigos les contaba que iba a correr en auto, veían las piezas desarmadas y el chasis del 'Fito' vacío como una chatarra, no me daban crédito. 'Estás loco', me decían. Al final, no lo estaba tanto (risas)".

"MI HISTORIA EN LAS CARRERAS, PUDO HABER TERMINADO EN LA PRIMERA"
"En mi primera carrera, ningún auto de la categoría en que me correspondía correr se presentó. Estaba solo. Entonces me pusieron en una categoría superior de autos mucho más rápidos. Mi equipo me decía que corriera no más y que la idea hacer kilómetros. Largamos, y en apenas medio circuito, perdí al resto: se habían esfumado todos e iba último. Además, se me cayó el espejo retrovisor y no veía a los que me venían a sacar vueltas. Ante eso, decidí entrar a pits y parar, para no dejar una embarrada". Sin embargo, esa decisión salvó a Segovia de un desastre mayor. "Bajoneado, nos fuimos de vuelta a casa tranquilamente con el auto remolcado por una camioneta. En una calle de Quilpué, derepente trato de frenar y el auto no se detiene. Me asusté. Para evitar el impacto con la camioneta de adelante, me lanzo hacia un lado y choco lentamente con un poste. Resulta que alguien había armado mal un vástago del sistema de frenos. Si no me hubiese retirado en la carrera unos minutos antes, esto me pasaba corriendo en el autódromo al triple de velocidad. Me salvé".

ACTUALIDAD DEL AUTOMOVILISMO CHILENO
Según Segovia “algo falta en la actualidad del automovilismo chileno. No sé exactamente qué es pero piensa que a veces en un partido de fútbol van 800 personas y está lleno de publicidad. En un autódromo puedes ver a 3.000 o 4.000 personas, y la propaganda escasea. Esta es una actividad que depende mucho de la publicidad, porque mientras más haya, mejor preparación de los autos habrá y mejor espectáculo al público podemos mostrar. Con los nuevos medios hoy día, Facebook y las Redes Sociales en general, nos han dado una vitrina que antes no teníamos. De igual forma, vamos por buen camino pero hay harto que avanzar”.

"PARA MÍ, UN DÍA DE CARRERAS NO ES DARME UN GUSTITO"
Según el análisis de Segovia, en el automovilismo fallan muchas cosas por el factor imagen. “En la actualidad, hay pilotos que les gusta sólo correr los 15 o 20 minutos que dura una carrera, y no se preocupan de otras cosas importantes, como la imagen, el buzo, la presentación personal, los elementos de seguridad, etc. Cada vez que tengo un rato libre, trabajo en el auto para que esté estéticamente impecable. Eso es sinónimo de dar buen espectáculo, la gente se identifica con eso. No es que yo vaya a correr un domingo a darme un gustito y el resto no me importe. Sea cual sea el tipo de campeonato, hay que ser lo más profesional posible”.

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Cristian Salas S.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
El piloto fue premiado como el "National Hero" en la temporada 2015 de todas las categorías que se disputan a nivel americano, galardón entregado por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en la ceremonia "FIA Las Américas" realizada en Ciudad de Panamá. "Fue un sueño. Vale por cualquier campeonato que haya ganado. Es un reconocimiento a mi carrera también por parte de FADECH (Federación de Automovilismo de Chile) y más aún viniendo de un automovilismo zonal como es Quilpué, que está creciendo día a día".

LOS JOVENES Y FUTUROS PILOTOS
Ariel Segovia es enfático en este punto y como consejo a futuros pilotos les dice que "lo primero que deben hacer es mirarse a ellos mismos, mirar su propio auto y sus propios tiempos, medirse contra sí mismos. Y luego, mirar al lado pero para rescatar las cosas buenas de tus rivales. En el automovilismo chileno hay mucho de criticar, la envidia, malos comentarios. Eso nos hace mal y las generaciones venideras deben superar eso. No es cosa de crecer solo en infraestructura, también en calidad humana deportiva".