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Figueroa

Cambio de switch

Juan Antonio Pizzi es el nuevo entrenador de la Roja.
JUAN CARLOS CARDENASEFE

Confirmada ya la llegada de Juan Antonio Pizzi, después de la traumática salida de Jorge Sampaoli, hay que componer el rumbo y esperar que la nueva dirigencia y cuerpo técnico pueda reeditar los éxitos recientemente obtenidos en la Selección.

Personalmente no conozco al nuevo entrenador, pero informándome un poco sobre su trayectoria, se puede decir que, al parecer, es un buen momento para que llegue al mando de La Roja. Buenos pasajes por ligas y realidades tan distintas como la chilena, española, mexicana y argentina le dan una visión amplia de cómo pueden llegar a ser las cosas.

La experiencia en Santiago Morning probablemente fue muy distinta a la del Valencia de España, por un tema de recursos y de organización. Esa visión es la que, creo, debe ser explotada o aprovechada al máximo, sobre todo si el entrenador va a tener opinión e injerencia en las series menores. Soy un convencido de que las experiencias más humildes dejan grandes enseñanzas.

Para Pizzi debe haber sido una instancia de aprendizaje el haber estado con futbolistas de excelencia como Guardiola o Luis Enrique, solo por nombrar algunos. Hoy debe saber aprovechar al máximo esos conocimientos adquiridos, para así manejar un camarín que busca exigencias mayores.

De este grupo, Pizzi trabajó con Eduardo Vargas y con algunas figuras que conoció en su paso por Católica: Toselli y Felipe Gutiérrez, entre ellos. Pero el delantero de Hoffenheim, goleador en la era Sampaoli, será clave para que el técnico entre de buena manera a un ambiente que tiene la mejor disposición, pero que -a palabras de algunos de ellos mismos- no es fácil de manejar. El capitán y los de mayor peso en el plantel tendrán una tremenda responsabilidad para que el trabajo sea fluido y efectivo.

Desde esta tribuna sólo queda esperar que el rendimiento no baje, entendiendo que el estilo de juego, quizás, vaya cambiando con el pasar del tiempo, pero sabiendo de antemano que no hay sólo un camino para llegar a la cima. Lo importante es trabajar, esforzarse y estar dispuesto a conocer alternativas diferentes.