Un tango
A Argentina no le sobró nada para ganarle a Chile.
Aceleró cuando fue necesario, marcó con la pelota, se echó atrás, nunca desarmó la línea defensiva, los laterales no se proyectaron, el mediocampo fue de batalla y tuvo a dos faros, cono Lionel Messi y Angel Di María, que son de otra madera. No participaron tanto, pero cuando lo hicieron, marcaron diferencias propias de jugadores que están en equipos de la élite mundial.
Pero ganó.
Chile no hizo un mal partido. Tuvo ausencias grandes. Valdivia, Vidal, Vargas, Aránguiz. Y a los 20 minutos, se quedó sin Matías Fernández y Marcelo Díaz. Se armó una mitad de la cancha con Silva, Gutiérrez, Orellana, Rabello, Beusejour. En condiciones normales, con todos los jugadores a disposición, probablemente ninguno de ellos sería titular.
Pero Chile perdió.
La Roja se encontró y se extravió en el primer tiempo. Abrió la cuenta. Sorprendió. La lesión de Fernández fue suplida de buena manera, porque Silva entró atinado, Gutiérrez se sintió cómodo más arriba. Pero cuando Marcelo Díaz se desploma el golpe fue duro. El cambio tardó, vino el segundo gol en el peor momento, a Rabello le encontró adaptarse al partido y la brújula se fue.
En el segundo tiempo Argentina se metió atrás. Contra un mediocampo suplente de Chile. Tuvo un par de contragolpes aislados. Messi y Di María se agotaron. Agüero e Higuaín no la tocaron.
Pero Argentina ganó.
Los resultadistas dirán que Argentina jugó mejor que Chile y que ganó con justicia. El diario Olé tituló con “Una lección de Tango”. Exagerado. Pero los periodistas argentinos saben de fútbol y nosotros no.
En la tabla el análisis no vale, porque los tres puntos fueron para la albiceleste. En este nivel los detalles valen caro. Y el segundo gol de Argentina era evitable. Es necesario aceitar esas piezas para sumar. A nadie le gusta perder. Menos en las clasificatorias más difíciles y parejas del mundo. Alguien inventó eso de los triunfos morales, para simplificar el análisis. El que gana es bueno y el que pierde es malo. Yo no creo en eso. Como tampoco creo que Chile haya hecho un partido como para perder contra Argentina.
Pero perdió.
Ganarle a Venezuela es urgente. Jugando así, mejorando detalles y recuperando jugadores, creo que se van a ganar más partidos de los que se van a perder.