Invirtiendo dos lucas, imposible
Internacionalmente, Colo Colo se convirtió en un equipo casi – casi. Al que año a año le falta la 'chaucha para el peso'. Durante nueve temporadas, el Cacique viene sumando una serie de frustraciones en la Copa Libertadores que configuran un rotundo fracaso en el largo plazo.
Es cierto, el equipo de Sierra tuvo tres palos y una mala suerte descomunal, pero también es verdad que si Angulo, solo frente al arco, embocaba esa pelota de gol en el segundo tiempo estaríamos hablando de una derrota o a lo sumo un magro empate.
Colo Colo perdió la clasificación este jueves en el Monumental. Pero también la perdió cuando Martín Tonso no anotó en un mano a mano increíble ante Atlético Mineiro o cuando la dirigencia decidió que los tres refuerzos para la Libertadores iban a ser Matías Zaldivia, el mismo Tonso y Javier Reina.
Premonitorias fueron las declaraciones de Justo Villar al cuestionar 24 horas antes del partido con Independiente del Valle la escasa inversión que realizó Blanco y Negro de cara a la Copa. A buen entendedor pocas palabras. Lo mismo respecto del Coto Sierra cuando dijo que no era conveniente opinar sobre el parecer del arquero paraguayo porque era instalar una polémica inconveniente. Sin decirlo, el técnico albo dejó entrever que estaba de acuerdo con Villar o, al menos, que su postura era crítica.
Zaldivia rindió en estos meses y cumplió. Pero Tonso, más allá de sus condiciones, no solucionó nada. Su llegada, de hecho, perjudicó abiertamente a Delgado que jugó irregularmente y cuya confianza siempre estuvo a la baja. Qué decir de Reina quien no está para jugar en Colo Colo. Si Emiliano Veccio se fue porque era caro y había cumplido un ciclo, Reina no fue ni su sombra. Nulo aporte.
Este Colo Colo y la administración de Aníbal Mosa no puede pagar por los errores de los técnicos, planteles y dirigentes anteriores quienes por casi una década no lograron conducir al cuadro popular a una clasificación a octavos de final, pero sus pecados son evidentes. El plantel es corto, veterano en los puestos claves y mal reforzado. El técnico también tiene responsabilidad al no haber generado las condiciones para un mayor desarrollo de Bryan Carvallo, Martín Rodríguez o Andrés Vilches, tres jugadores que en otra dimensión hubieran sido muy importantes en la campaña copera.
Ante los ecuatorianos Colo Colo no jugó mal. Hizo su mejor partido del mes. Prevaleció en los primeros 20 minutos y metió en un arco, con tres tiros en los postes de por medio, a Independiente del Valle en los últimos 20 del partido. El empate fue inmerecido, injusto, desafortunado, lo que quieran. Pero es una realidad que el Cacique bajó notoriamente su nivel en las últimas cinco semanas. Y también que en la copa anotó solo cuatro goles. No fue capaz de sacudirse de la dependencia de Esteban Paredes. Todos los goles fueron obra suya.
Un equipo como Colo Colo no puede depender de un goleador de 35 años. Paredes es un crack, pero solo no puede echarse encima esa mega responsabilidad. Si el conjunto de Sierra llegó vivo a esta definición fue porque Visogol fue determinante en Arequipa ante Melgar. Ojo, en un encuentro donde el campeón chileno lo pasó mal y pudo quedar eliminado de no ser por la impericia de los delanteros peruanos.
El Cacique tiene mucho por revisar. Su política de contrataciones, la promoción de jugadores jóvenes y la estructuración del plantel. Invertir no necesariamente garantiza el éxito, pero las posibilidades aumentan de manera significativa.
No está fácil lo que viene para el campeón chileno. No depende de sí para ganar el Clausura, anímicamente el plantel está tocado, su técnico aún más. Y cuando el fracaso es el resultado de un proceso que partió bien y terminó mal los mejores jugadores tienden a mirar para el lado. Si Jaime Valdés o Jean Beausejour, como ha trascendido, tienen opciones de emigrar el plantel se debilitaría una brutalidad. Y Colo Colo no puede darse ese lujo, debe pelear, ser competitivo en todos los frentes.
Este semestre, dio la lucha, pero se fue apagando y, en la copa, se quedó con las manos vacías en un torneo que se está convirtiendo en una maldición y donde el sorteo le había deparado un grupo abordable. Qué lástima por el fútbol chileno que a nivel de selección ligerito será el segundo mejor equipo del mundo del ranking FIFA. ¿A nivel de la liga chilena y su representación en la Libertadores? Un desastre. Así, con todas sus letras.