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Fuenzalida en Harvard

José Pedro Fuenzalida estuvo en las dos grandes competencias que afrontó la Roja en el ciclo de Jorge Sampaoli. El puntero derecho de Universidad Católica integró el plantel que disputó el Mundial de Brasil, pero no actuó en ningún partido. Durante la Copa América pasada fue el último en ingresar a la concentración en Juan Pinto Durán y lo hizo "por la ventana". Carlos Carmona no superó una lesión en la cadera y el delantero fue convocado de urgencia, aunque no quedó en el recuerdo por una presencia permanente y significativa en la titularidad.

En la Roja de Juan Antonio Pizzi el asunto cambió radicalmente en la presente Copa Centenario. Primero hubo algo de sorpresa por la convocatoria de Fuenzalida, ya que en el título que obtuvo la UC solo fue incidente en la recta final del Torneo de Clausura. Además venía de un paso por Boca Juniors en el que, en general, jugó muy poco, aunque igual se dio el lujo de marcar un par de goles. Sin embargo, el DT nacional le tenía mucha fe y el delantero ha respondido en Estados Unidos.

Frente a Argentina, en el pálido debut de Chile, ingresó en el segundo tiempo. Su desempeño no escapó a la escuálida media de la oncena en general. Sin embargo, tuvo el mérito de ir al choque contra un zaguero y el arquero de la escuadra trasandina en un centro que parecía no tener ningún futuro. ¿Resultado? Terminó marcando el primer gol de la Roja en la Copa, lo que hizo un poco más tolerable la caída por 2-1. 

Contra Bolivia, Fuenzalida entró por Mauricio Isla a los 76 minutos, cuando daba la impresión de que sería el peor día de la Selección. Se igualaba 1-1 y no había claridad en ofensiva para destruir la paridad. Aunque nominalmente actuó como lateral derecho, en los hechos fue un "puntero bis" junto a Edson Puch. Impulsó las maniobras de ataque desde atrás y contribuyó a intensificar el asedio sobre el arco altiplánico.

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(PHOTOSPORT)

Pizzi evaluó favorablemente el desempeño del Chapa y, en su búsqueda frenética por configurar una línea ofensiva productiva, se la jugó incluyéndolo como titular en la victoria por 4-2 ante Panamá. Un poco errático con el balón en el comienzo, contribuyó después a abrir en forma permanente la cancha y, en las subidas de Isla, se adentró en el campo para asociarse eficazmente con el lateral en busca de la penetración por el costado.

Después, el DT de la Roja sustituyó a Jean Beausejour y mandó a Fuenzalida a las antípodas del campo de juego: lo ubicó en la izquierda y de lateral. Defensivamente, no tuvo dificultades cerrando la línea de cuatro atrás, aunque vale destacar en este aspecto la inocuidad del ataque panameño. Al final, se proyectó en ofensiva y con un buen centro-pase de zurda asistió a Alexis Sánchez para la cuarta cifra.

Con dos sucesos trascendentes en el juego mostrado por la Roja en los tres partidos disputados en la Copa Centenario (un gol y una asistencia), la actuación del Chapa no ha pasado inadvertida en la Selección. Luego de varias presencias en el equipo nacional, pareciera que el delantero estuviera perfeccionándose en Estados Unidos para luchar por una titularidad cabal y permanente en el equipo.

Una especie de doctorado futbolístico, realizando el paralelismo con el mundo académico, ámbito con el cual Fuenzalida no es nada de ajeno. Ponderó 827 puntos en la prueba de matemáticas al egresar del colegio privado Verbo Divino y, en 2008, congeló su carrera de futbolista por seis meses para estudiar Ingeniería Comercial en la Universidad Católica. No sorprende entonces que en su tarde libre en Boston, antes de jugar contra Bolivia, haya optado por visitar la Universidad de Harvard. El nexo resulta fácil e inevitable.