"El profe Sampaoli ya pasó"
El 7-0 de Chile sobre México fue un alivio para Juan Antonio Pizzi. Porque por fin Chile jugó realmente bien, clasificó a las semifinales, despejó las dudas, acalló las críticas, depositó una buena suma en su línea de sobregiro y, principalmente, porque ya no lo van a comparar con Jorge Sampaoli.
Era dura la tarea de Macanudo. Nunca en la vida un seleccionador nacional recibió al equipo con la vara tan alta. Por lo tanto, la expectativa, con justa razón, era enorme y la exigencia, descomunal. Tenía que ser igual o mejor que su antecesor, quien sumaba un logro inédito en 100 años de competencia.
Algunos creían que sin Sampaoli era imposible "sacarle trote" a este equipo. Otros, que eran mayoría, pensaban que nunca más habría vértigo y verticalidad en la Roja.
Pizzi heredó cosas muy buenas. Las mantuvo y, además, mejoró otras. El mayor progreso es en la defensa, donde ya no se juega mano a mano y el riesgo es menor. La última línea chilena luce evidentemente más sólida. Además, fue capaz de sumar nombres nuevos, algo que fue un gran dolor de cabeza para Sampaoli quien, incluso, gastó mucho tiempo en auscultar el árbol genealógico de sus compatriotas buscándoles ancestros chilenos. José Pedro Fuenzalida y Edson Puch respondieron plenamente a la confianza depositada.
A Arturo Vidal se le escapó una frase en la conferencia de prensa del viernes: "El profe Sampaoli ya pasó. Hay que dar vuelta la página y confiar en este cuerpo técnico". Tal cual. Sampaoli hizo muchísimo, se le agradece y reconoce. Hoy es el tiempo de Pizzi y de disfrutar de un buen presente.