¡Salud, campeones!
Quise esperar a propósito un par de días para escribir estas líneas. No quería que la euforia tomara parte. Quería darme la posibilidad de pensar bien lo que pasó este domingo 26 de junio de 2016 y, en realidad, todo lo que ha pasado en este último año que ha sido como una montaña rusa de situaciones increíbles para nuestro fútbol.
El 4 de julio de 2015 podía ver por primera vez a la selección de Chile, nuestra Selección, dar una vuelta olímpica y levantar la tan deseada Copa América. La consecución de este título no fue casual. Fue un proceso que comenzó hace largos 12 años, cuando la Sub 20 de 2005 clasificó al mundial de la mano de José Sulantay, un excelente entrenador. Prosiguió el 2007 con el tercer lugar en el Mundial Juvenil que también tenía a Sulantay como líder y a varios de los que hoy lucen la chapa de bicampeones.
Prosiguió con el período de Marcelo Bielsa. Si bien para mi no es “fundacional”, como muchos dicen, permite la consolidación de una mentalidad diferente que ya tenían estos muchachos. No hay que descartar a Claudio Borghi, quien también tuvo mucho que ver en la formación de este plantel, tanto en Colo Colo como en su breve paso al mando de la Roja.
Ya mucho se ha hablado de Jorge Samapaoli y sus méritos, pero lamentablemente todo se ha visto empañado por factores externos. Aunque nadie puede quitarnos ese primer título ganado de manera brillante.
Quiero destacar lo de Juan Antonio Pizzi. Agarrar esta papita caliente que era la Roja no era fácil, menos con los primeros resultados que hicieron hervir aún más el ambiente. Pero cuando un profesional confía en sus capacidades y cuenta con el apoyo de su equipo de trabajo (cuerpo técnico, dirigentes y jugadores), las posibilidades de éxito son mayores.
Me gustaría nombrar a cada uno de los futbolistas que fueron parte de estos dos títulos, pero quiero dirigirme directamente a Claudio Bravo, como capitán, y decirle que por favor felicite a todos los que están y estuvieron a su lado al levantar la Copa que nos acredita como campeones, porque gracias a ustedes, muchachos, hoy Chile está entre las mejores selecciones del mundo.
Esto no acaba y las metas cada vez son más ambiciosas. Ahora el objetivo es ganar la Copa Confederaciones y tener un mejor Mundial en Rusia 2018.