Pizarro en Colo Colo o la U
Tanto como su sorpresiva renuncia a Santiago Wanderers, también así impactó lo último que dijo David Pizarro en Valparaíso. "Quiero ver a equipos nacionales compitiendo de par a par con lo equipos de Sudamérica. Está el ejemplo de Independiente del Valle (subcampeón de la Copa Libertadores) y quiero seguir mi carrera en Chile", manifestó el ex caturro.
Cuando todos pensaban en el veloz retorno del volante a Italia, puntualmente al Pescara, otra vez dejó a medio mundo descolocado. ¡Desea seguir jugando en la liga chilena! Entonces, inmediatamente surgió el coro de rumores y -era qué no- los comentarios tuvieron como eje algún supuesto interés de los clubes grandes por el Fantasista.
Al parecer, Universidad Católica se bajó del tren de trascendidos. En San Carlos de Apoquindo habrían sostenido que con la llegada de Milovan Mirosevic, quien firmó por una temporada para retirarse en el club, se cerró la etapa de fichajes.
Atendiendo bien el asunto, resultaría un real despropósito llenarse de una multitud de futbolistas con pergaminos, pues no todos van a jugar, y a partir de eso comienzan los problemas. Por mucho que el equipo cruzado tenga que participar también en la Copa Sudamericana.
La vista queda puesta entonces en Colo Colo y Universidad de Chile. En ambos clubes, según han comentado en su propio interior, aún están llanos a la llegada de un último jugador antes de este jueves, cuando definitivamente se cierren las inscripciones.
Como golpe mediático sería fenomenal la llegada de Pizarro al Monumental. Claramente, los albos han quedado rezagados en cuanto a la estelaridad de sus refuerzos. Al contrario, optaron por la compra en verde (Válber Huerta, Pablo Bolados y Felipe Campos), pensando en un jugoso retorno de la inversión en el mediano o largo plazo.
El Fantasista es un "6" clásico en cuanto a su ubicación en la cancha y no así en su funcionalidad. Es decir, ocupa la posición, pero su producción futbolística es más cercana a la de un creador, ubicado 15 ó 20 metros más atrás en la mitad de la cancha, que a la de un volante central neto. Por ejemplo, como lo es Esteban Pavez.
Con Pizarro en la cancha, el Cacique ganaría limpieza y celeridad en los primeros y segundos pases de su Ataque Construido (llegar tocando al área rival). Asimismo, agregaría un componente de juego largo relevante, por su precisión de poner el balón a distancia. En este aspecto, los grandes beneficiados serían los laterales. Tendrían que pasar al ataque nomás y el balón les llegaría al pie, desde 30 ó 40 metros, gracias a los envíos del porteño.
¿Cómo sería la cosa en la U? En los azules, el tema sería un poco más complejo. En el CDA ya están llenos de "estrellas" y sumar otra como que genera temor respecto de lo que pueda acontecer con el manejo del camarín. Si así fuera, Luis Bonini tendría que trabajar horas extras entonces.
Hasta antes de la llegada de Lorenzo Reyes, como refuerzo al puesto que hipotéticamente podría ocupar Pizarro, Sebastián Beccacece daba señales de que había una carencia en la funcionalidad. Puso a Fabián Carmona, un volante ofensivo, en la ubicación y estaba claro que Sebastián Martínez se iría. De Rodrigo Ureña mejor no hablar, porque nunca ha sido utilizado por el DT.
Reyes jugó contra San Luis, en un amistoso que terminó en goleada para los azules, a pesar de que en el primer tiempo volvieron a sufrir como antes. También lo hizo contra Peñarol. Se notó al tiro su incidencia en el juego. Es un jugador que aporta claridad en la salida jugada desde atrás, excelente ubicación para que el equipo no se desequilibre y agresividad y éxito en la recuperación del balón.
Los que pensaban que podría ser una especie de un nuevo Marcelo Díaz tendrán que seguir esperando. El gran valor del actual volante del Celta de Vigo y de la Roja radica en su capacidad de manejar el equipo, desde atrás en el mediocampo. Reyes aún no llega a esas cotas de incidencia, aunque podría hacerlo en el mediano plazo de continuar en su afán evolutivo.
Pizarro sí podría hacerlo en la U. Por lo dicho, el Fantasista reúne los atributos para reeditar el fenómeno de Marcelo Díaz en el cuadro estudiantil, con Reyes en una función complementaria que sin duda potenciaría al equipo.
El elenco de Beccacece no posee un conductor neto. Gastón Fernández es un delantero que juega más atrás (un "9" descendido, como decía Jorge Sampaoli), pero está lejos de manejar al equipo a partir de la creación. El sábado, en la derrota por 1-0 ante Wanderers, se notó la ausencia de un tipo que digitara el juego de los azules. La inclusión de Lorenzetti, en el segundo tiempo, apuntó hacia eso, pero no surtió gran efecto.
El porteño calzaría en pleno con lo que demanda el mediocampo de la U en este momento. Desde que se fue Marcelo Díaz, la U fue incapaz de reeditar la magnifica funcionalidad del volante de la Roja. La bandeja está servida para traer a un hombre que podría reproducir todo esto. Siempre y cuando Colo Colo no se meta entremedio y les levante al Fantasista.