Las 4 razones que le dieron el triunfo a la UC en el clásico
En el plano táctico hubo aspectos que resultaron vitales en el funcionamiento de los cruzados, partiendo por el cambio de sistema de juego, por ejemplo.
Gracias a un plan de juego eficaz, un tanto lejano a lo que venía habitualmente desarrollando Universidad de Católica, los dirigidos por Mario Salas ganaron en muy buena forma el clásico frente a Universidad de Chile. Existieron, sí, cuatro razones tácticas que resultaron clave en la obtención de la victoria por parte de los cruzados, en el Estadio Nacional.
Presión tras pérdida del balón
Los tres goles de la UC surgieron de acciones de presión tras pérdida de la pelota. ¿Qué quiere decir esto? Significa la actitud instantánea de intentar recuperar el balón una vez que el rival se ha hecho de este. Es una acción breve, a máxima intensidad, para hacerse otra vez del implemento o bien incomodar al oponente y facilitar así la reorganización defensiva
El autogol de Gonzalo Jara nació de un córner gatillado por Ricardo Noir, quien corrió cerca de 30 metros para acosar en la esquina de la cancha, cuando el balón perecía perdido, y logró la ejecución del tiro en favor de la visita. Al margen del mérito técnico, la conquista de Diego Buonanotte surgió por la presión del argentino sobre Christian Vilches en un momento en que la pelota parecía perdida. Finalmente, el tanto de penal de Nicolás Castillo tiene su génesis por la intención del ariete de ir a encimar a Vilches, provocando la mano del azul. Aunque cabe consignar que hubo falta del cruzado, la que no fue advertida por Roberto Tobar.
Kalinski y Fuentes, la sociedad del equilibrio
En lo poco que lleva en el país, el argentino Enzo Kalinski ha llamado la atención por sus proyecciones contantes en ofensiva desde su posición de segundo volante de contención. Sin embargo, en el clásico estuvo más quieto que nunca. Muy poca veces se movió del costado de César Fuentes, conformando una dupla de mediocampistas centrales que resultó clave en la neutralización de la faena creadora por el eje de la cancha de los azules. El accionar de los volantes fue muy importante en el equilibrio defensivo logrado por los cruzados.
El cambio de sistema de juego
La UC emplea un sistema táctico 1-4-2-3-1, que se transforma en un 1-4-1-2-3 en fase ofensiva a concho. No obstante, frente a la U el cuadro de Salas se organizó derechamente con un 1-4-4-1-1.
Los punteros (José Pedro Fuenzalida y Noir) actuaron alineados con los dos volantes centrales (Kalinski y Fuentes). Buonanotte funcionó como enlace con el único delantero (Castillo), aunque a veces al argentino se le vio casi a la misma altura que el ariete (por ejemplo, en su gol aparece como segundo atacante). Así, la visita en el Nacional conformó un gran bloque de ocho unidades (dos líneas de cuatro), con buena profundidad defensiva y correcta dinámica de presión y coberturas, que se tornó invulnerable.
La improvisación de Buonanotte
Desde el punto de vista táctico, la UC cumplió una buena actuación en el clásico, con una propuesta primordialmente defensiva y reactiva. Sin embargo, todo puede estar planificado en forma perfecta, pero a veces se necesita una cuota de improvisación para marcar la diferencia.
Este aspecto futbolístico lo aportó Buonanotte en el Nacional. El argentino anotó la segunda cifra de los cruzados con una magistral definición. Fue el único tanto con el balón en movimiento (táctica funcional) y no de balón detenido (táctica fija). Dentro del área amagó el disparo de zurda, enganchó, Jara pasó de largo en la barrida y liquidó con un tiro suave por la izquierda del arquero Nelson Espinoza.
La UC achicó espacios, estuvo ordenada y no dio ni una pelota por pérdida. Está bien, pero si en ofensiva no existe la cuota de talento, que evidenció el argentino, muchas veces lo anterior no es suficiente para lograr el triunfo. Sobre todo en un clásico universitario.