Djokovic vence a Monfils y alcanza la final del US Open
El serbio se convirtió en el primer finalista al vencer por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-2 al vencer al francés Gael Monfils en un duelo que se extendió por dos horas y 32 minutos.
Novak Djokovic ya está en la final del Abierto de tenis de Estados Unidos después de imponer su cordura y superar hoy por 6-3, 6-2, 3-6 y 6-2 al francés Gael Monfils en un partido que se estiró por dos horas y 32 minutos.
Djokovic alcanza así su séptima final en Flushing Meadows, con dos victorias y cuatro derrotas, e iguala a Roger Federer y Jimmy Connors en número de últimas rondas en el Grand Slam disputado en Nueva York. Campeón en 2011 y 2015, el domingo buscará sumar su major número 13 en su final número 21, a uno solo de Pete Sampras y Rafael Nadal, empatados a 14, sólo por detrás de Roger Federer y sus 17 grandes.
Fue un encuentro extrañísimo. Djokovic se puso con un 5-0 en apenas 16 minutos, con un Monfils que en sus juegos al servicio de ese período, cometió dos dobles faltas consecutivas que regalaron los dos breaks a su rival.
Desconcertado, el serbio sirvió por el parcial con 5-1 y se contagió de los errores del francés, ya que con tres dobles faltas, entregó su juego. Monfils se llevó tres games consecutivos y llegó a tener dos bolas de break a favor que hubieran neutralizado los quiebres.
Sin embargo, Djokovic se recompuso y encauzó un parcial en el que cometió 12 errores no forzados y logró sólo seis golpes ganadores.
La segunda manga continuó igual de extraña, aunque esta vez el serbio puso la directa. Después del segundo quiebre, ya con el 4-1, los abucheos a Monfils empezaron a ser cada vez más discernibles mientras Djokovic pedía al público que le animase. No fue hasta el final de este set cuando se apreció por primera vez un cojeo del francés.
El partido parecía listo para la sentencia en el primer juego del tercer set, cuando con la enésima doble falta del partido, Monfils entregó su servicio. Pero el francés despertó inesperadamente, y empezó a correr y golpear ganadores de la nada.
Djokovic, que se vio de repente con un 2-5 inexplicable teniendo en cuenta que arrancó con un 2-0, pidió entonces asistencia en su hombro izquierdo. El francés se llevó el parcial y prolongó el encuentro a una cuarta manga con un dato revelador: su cuenta de errores no forzados bajo de 16 y 11 en el primer y segundo set, a seis en el tercero.
En la cuarta manga, justo después de que Monfils se pidiera una Coca Cola en la pista, Djokovic quebró primero poniéndose 3-1 pero siguiendo con el guión inexplicable del encuentro, cedió su saque con una doble falta.
Con 3-2 a su favor, pidió de nuevo asistencia médica, esta vez en el hombro derecho, mientras el francés aprovechó el descanso para abandonar la pista por unos minutos. La interrupción benefició al serbio, que de nuevo rompió el servicio de su rival y ya no dejó escapar la victoria.
En un año en el que logró su sexto Abierto de Australia y completó el Grand Slam con su victoria en Roland Garros, el jugador de 29 años tratará de seguir haciendo historia el domingo. Llegará fresco de piernas (tan sólo ocho horas y 58 minutos en pista), con un walk over en segunda ronda, tres partidos completos y dos con retirada del rival, además de la ventaja de haber disputado la primera semifinal.