Real Madrid sufrió su primer traspié al igualar con Villarreal

Real Madrid venía de una racha de 16 triunfos seguidos en Liga, y en la quinta fecha tenían la chance de establecer una nueva marca. Sin embargo, Villarreal hizo un gran partido en el Santiago Bernabéu y se llevó un empate 1-1.

El primer tiempo de los merengues fue muy bajo en gran parte por la ausencia de Modric, capaz de esclarecer casi todos los partidos, y el aturdimiento de Cristiano. Más en partidos de espacios reducidos como el que preparó al Villarreal, que hizo prioridad cortar el juego del elenco de Zidane. Para ello se refugió en su campo y le robó la pelota a los locales imponiendo un ritmo que les convenía. El Madrid, que sólo se iluminó con las arremetidas de Marcelo desde la izquierda, entró en shock cuando perdió al brasileño por lesión. No tiene un gemelo en el plantel. Y ahí, perdido en el papeleo del cambio, que no estaba preparado y que dejó al equipo con diez, Cheryshev dio un primer aviso y a Sergio Ramos, tras error grueso de Varane, le cazaron la mano cuya actuación teatral escondió en Cornellá. Fue clarísima, sobre la línea del área y Bruno anotó un penal a lo Panenka, ejecución sofisticada muy en la línea del Villarreal, que no es milagro sino modelo.

Tras el descanso el Madrid encadenó acción y reacción. Ramos se autoconcedió el perdón con el cabezazo del empate. Hace tiempo que expía los pecados de área propia en la ajena. Y entonces el Madrid inició un largo asedio, echando mano de todo: de sus laterales (especialmente Carvajal), de Kovacic, de un Cristiano con mejor tono, de Benzema en el remate. Se generaron un buen número de ocasiones, dos muy claras de Benzema, que también pidió un penal (quizá con razón), una de Cristiano, otra de Bale, una más de Kroos.

Acudió entonces Zidane a la banca con Morata y Lucas Vázquez. Sin embargo no fue suficiente para celebrar la victoria, pero sí para seguir líderes con 13 puntos.