¿Qué pasó con Chile desde el título en la Copa Centenario?
Pizzi no contó con el once titular del bicampeonato. Una excusa, pero también una responsabilidad: el funcionamiento depende de las individualidades.
Sin duda que la curva descendente en las Eliminatorias de la escuadra que dirige Juan Antonio Pizzi tiene como causas múltiples factores. Sin embargo, analizando tácticamente lo que ha acontecido desde la Copa Centenario, algunos aspectos llamativos saltan a la vista.
Luego del título logrado en Estados Unidos, Chile cayó por 2-1 contra Paraguay, empató 0-0 ante Bolivia y perdió 3-0 frente a Ecuador. En todos los encuentros hubo un denominador común. Nunca el DT pudo mandar a la cancha la formación ideal (Bravo; Isla, Medel, Jara, Beausejour; Vidal, Díaz, Aránguiz; Fuenzalida, Vargas y Sánchez).
Entonces, la conclusión no resulta difícil. La Roja es dependiente de sus individualidades. Si no están en la cancha algunos de los titulares (entre los motivos puede estar también un bajo nivel individual), el equipo se desdibuja. Tal asunto evidencia que el funcionamiento no está por sobre los ejecutantes.
Se echan de menos conductas individuales y colectivas, desarrolladas en la cancha tanto ofensiva como defensivamente, que definan la identidad del conjunto. Patrones de movimientos eficaces, en ambas fases del juego, que se den una y otra vez, producto de la personalidad futbolística del equipo.
La epítome de esto es Alexis. El delantero ha deambulado por todo el frente del ataque, en busca de un sitio y una funcionalidad que le devuelvan la eficacia. Aparece en la formación como puntero izquierdo, pero permanece poco en tal sector de la cancha. La falta de tareas y funciones claras ha incidido en su merma.
Todo lo contrario vive en el Arsenal. Antes fue puntero izquierdo y como tal actuaba. Hoy es centrodelantero y cumple a cabalidad con la requisitoria del puesto. Es más trascendente en los Gunners. Aunque un partido de Eliminatorias es muy distinto a uno de la Premier League.
El tema de los zagueros centrales es también otro gran asunto. No se ha podido reeditar la dupla Medel-Jara. El reemplazante más fijo, de uno y otro titular, ha sido Roco. La defensa se ha visto desarticulada. Sin automatismo que inmunicen ante el ataque rival.
En el primer gol de Ecuador, Isla y Roco salieron a 'romper' más allá de la mitad de la cancha y quedaron descolocados. Sin embargo, la reorganización defensiva ocurrió tarde y, cuando se concretó, fue muy dispersa, facilitando el tanto de Antonio Valencia.
Por último, en la labor creativa se extraña la presencia de un volante ofensivo neto en algunos momentos puntuales de los partidos. Ante Bolivia, la presencia de Matías Fernández, en los 11 minutos que jugó, descompaginó el plan ultra defensivo del visitante. Falta alguien capaz de llevar al equipo a la puesta en práctica del principio táctico de Improvisación.
Seguramente será Jorge Valdivia el elegido para esto en el partido contra Perú. Si así acontece, significaría el retorno al sistema de juego que le dio la Copa América del año pasado a Chile (1-4-3-1-2). Este martes en la cancha del Nacional, tal vez el escenario de la primera conquista histórica sea el ambiente propicio para iniciar la remontada.