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NBA

Los 15 jugadores que podrían debutar como all stars en 2017

Algunos de los principales talentos jóvenes de la NBA y un puñado de veteranos a la espera de su oportunidad: ¿cuántos estarán en Nueva Orleans?

Los 15 jugadores que podrían debutar como all stars en 2017

Andrew Wiggins (alero, Minnesota Timberwolves). 21 años, número 1 del draft de 2014. Tercera temporada. Promedios de su carrera: 18,8 puntos, 4,1 rebotes y 2 asistencias. Wiggins, esperado hasta su llegada en la liga como una de las súper estrellas del futuro, cumplió en su estreno y fue Rookie del Año pero no dejó el mejor sabor de boca como sophomore aunque promedió 20,7 puntos. Thibodeau tiene la misión de convertirlo en un jugador integral: es muy bueno, tiene dotes para ser excepcional aunque necesita dar un paso adelante, ese para el que la tercera temporada suele ser mucha veces instrumental. Si lo hace, será entre otras cosas un jugador de nivel all star, desde luego.

Karl-Anthony Towns (pívot, Minnesota Timberwolves). 20 años, número 1 del draft de 2015. Segunda temporada. Promedios de su carrera: 18,4 puntos, 10,4 rebotes y 1,7 tapones. El último Rookie del Año es un jugador absolutamente especial que está en todas las quinielas para ser all star ya en esta segunda temporada. Pronto se le dejará de medir entre las estrellas jóvenes y se le valorará solo en el rango de los mejores jugadores de la NBA. Ese es el nivel en el que estará muy pronto: tiene todas las armas en ataque y entiende a la perfección su rol en la defensa interior. Si solo uno de los nuevos chicos de Thibodeau se cuela en Nueva Orleans, la apuesta más segura ahora mismo es Towns.

Devin Booker (escolta, Phoenix Suns). 19 años, número 13 del draft de 2015. Segunda temporada. Promedios de su carrera: 13,8 puntos, 2,5 rebotes y 2,6 asistencias. La joya de la corona en Arizona tras una temporada rookie en la que sorprendió a muchos: por lo que hizo y por lo rápido que empezó a hacerlo. Acabó cuarto en la votación de Novato del Año por detrás de Towns, Porzingis y Jokic. Es un anotador letal pero apunta a que será mucho más que eso: el líder que tanto necesitan los deprimidos Suns.

D’Angelo Russell (base, Los Angeles Lakers). 20 años. Número 2 del draft de 2015. Segunda temporada. Promedios de su carrera: 13,3 puntos, 3,4 rebotes y 3,3 asistencias. Su primer año fue una adaptación por la vía dura a la NBA y a los focos de Hollywood: muchas derrotas, Byron Scott, la despedida de Kobe, asuntos extradeportivos… y unos cuantos partidos en los que enseñó su descomunal talento. Ahora con Luke Walton parece dispuesto a ser el líder de los nuevos Lakers. Eso enseñó en pretemporada. Tiene que canalizar su carácter y su juego de forma positiva pero su techo es casi ilimitado.

CJ McCollum (escolta, Portland Trail Blazers). 25 años. Número 10 del draft de 2013. Cuarta temporada. Promedios de su carrera: 12,8 puntos, 2,4 asistencias y 415 en triples. El Jugador más Mejorado de la temporada 2015-16 se benefició de la salida de los Blazers de Watthews, Aldridge, Batum, Lopez y Afflalo. Su paso adelante fue descomunal: 15,7 minutos y 6,8 puntos en su año sophomore, 34,8 y 20,8 en la pasada campaña, de ensueño para los de Oregón. Junto a Lillard forma un backcourt que solo palidece (al menos sin posibilidad de debate) ante los Splash Brothers, con los que además comparten ciertos rasgos genéticos. Si sigue anotando casi a su antojo, tendrá muchas opciones de acompañar a Lillard también en el All Star Game.

Rodney Hood (escolta, Utah Jazz). 24 años. Número 23 del draft de 2014. Tercera temporada. Promedios de su carrera: 12,4 puntos, 2 robos y 43% en triples. Ya no es un arma secreta de los Jazz y sí una de las principales razones por las que los de Salt Lake City aspiran a ser una de las sensaciones del año. Maravilloso anotador, su techo es más alto para muchos que el de Gordon Hayward aunque este parece más cerca, a priori, de la condición de all star. También Rudy Gobert o Derrick Favors podrían estar en las quinielas si los Jazz se convierten definitivamente en uno de los equipos más firmes del Oeste. Eso sí, como talento puro, seguramente ninguno como Hood en la franquicia mormona.

Hassan Whiteside (pívot, Miami Heat). 27 años. Número 33 del draft de 2010. Quinta temporada. Promedios de su carrera: 11,7 puntos, 9,9 rebotes, 2,9 tapones. Una de las mejores historias con final feliz de los últimos años. Después de dos años como pieza residual de los Kings y de buscarse la vida en China o Líbano, Whiteside volvió a la NBA vía Liga de Desarrollo y a través, finalmente, de Miami, de donde no se ha movido. El resto es historia conocida… y un contrato de casi 100 millones con los Heat, donde de repente además es santo y seña tras la marcha de Wade y los problemas de Bosh.

Kemba Walker (base, Charlotte Hornets). 26 años. Número 9 del draft de 2011. Sexta temporada. Promedios de su carrera: 17,3 puntos, 3,8 rebotes y 5,4 asistencias. Kemba rozó los 21 puntos por partido la temporada pasada, siempre listo para anotar en finales igualados y líder primordial de unos Hornets sorprendentemente competitivos. Si sigue a ese nivel se le tendrá en cuenta aunque su presencia habría sido casi segura si se hubiera celebrado el All Star en Charlotte, tal y como era intención de la NBA antes de las normas discriminatorias con la comunidad gay que aprobó el estado de Carlonia del Norte.

Giannis Antetokounmpo (alero, Milwaukee Bucks). 21 años. Número 15 del draft de 2013. Cuarta temporada. Promedios de su carrera: 12,3 puntos, 6,3 rebotes y 3 asistencias. La duda con The Greek Freak no es si será all star algún día sino cuántas veces lo va a ser. Salvo que el mal estado deportivo de los Bucks, hace no mucho aspirantes a equipazo de futuro, le lastre por completo, puede estar ya en el fin de semana de las estrellas. Amenaza constante de triple-doble es un base/escolta/alero/ala-pívot que hace de todo pista… y ya casi todo bien.

Myles Turner (pívot, Indiana Pacers). 20 años. Número 11 del draft de 2015. Segunda temporada. Promedios de su carrera: 10,6 puntos, 5,7 rebotes, 1,5 tapones. Seguramente merecía estar en el top 10 del pasado draft. Pívot de excelentes condiciones y enorme rango de juego ofensivo, tiene todas las armas para ser un referente del Este en la próxima década. Los cambios de rotación y filosofía en los Pacers le vienen bien y ha debutado en la presente temporada con 30 puntos y 16 rebotes ante los Mavericks.

Kristaps Porzingis (ala-pívot, New York Knicks). 21 años. Número 4 del draft de 2015. Segunda temporada. Promedios de su carrera. 14,3 puntos, 7,3 rebotes y 1,9 tapones. Cuando los Knicks lo eligieron tan arriba en el draft, por delante de universitarios mucho más conocidos entre el gran público estadounidense, hubo un aluvión de dudas, críticas y hasta niños llorando. Meses después, y tras dar un salto de madurez enorme con respecto a la espigada promesa que despuntaba en Sevilla, habría sido Rookie del Año si no hubiera existido Towns, se hacía fotos con los mismos niños (que ya sonreían) y era una sensación en la Gran Manzana. No tiene techo y si los Knicks funcionan, siempre un SI de mucha consideración, estará en el debate cuando se reserven los billetes para Nueva Orleans.

Serge Ibaka (ala-pívot, Orlando Magic). 27 años. Número 24 del draft de 2008. Octava temporada. Promedios de su carrera: 11,6 puntos, 7,4 rebotes y 2,5 tapones. Nadie ha puesto más tapones que él desde que aterrizó en la NBA. Creció mucho muy rápido y después se estabilizó… quizá demasiado. Su tiro se hizo fiable pero no tiene juego al poste. Eso sí, en Orlando tendrá más protagonismo y quizá las puertas abiertas para el All Star que en Oklahoma City colapsaban Kevin Durant y Russell Westbrook.

Mike Conley (base, Memphis Grizzlies). 29 años. Número 4 del draft de 2007. Décima temporada. Promedios de su carrera: 13,6 puntos, 2,9 rebotes y 5,6 asistencias. Cuando Mike Conley firmó el contrato más alto de la historia (153 millones por 5 años) el público menos familiarizado con la NBA se preguntaba quién era este base que había sacado semejante tajada de la oportunidad que le había presentado el verano más loco en lo económico de la historia. Pues es un eje fundamental de los Grizzlies que han competido al máximo durante el último lustro. Un jugador que no suele aparecer en los highlights pero que suma en muchos apartados, no todos estadísticos, y casi nunca se equivoca.

DeAndre Jordan (pívot, Los Angeles Clippers). 28 años. Número 35 del draft de 2008. Novena temporada. Promedios de su carrera: 8,7 puntos, 9,6 rebotes y 1,8 tapones. Asentado ya como uno de los pívots más influyentes defensivamente de toda la NBA, se reivindicó en los Juegos Olímpicos de Río, donde acabó siendo más importante para el Team USA que DeMarcus Cousins (su partido de semifinales contra España, memorable). Absolutamente tosco en ataque, incapaz de ser estable con los tiros libres… pero un jugador muy válido en lo que sí hace bien y que dejaría en un All Star Game, seguro, al menos un par de sus mates casi sobrehumanos.

Bradley Beal (escolta, Washington Wizards). 23 años. Número 3 del draft de 2012. Cuarta temporada. Promedios de su carrera: 16 puntos, 3,7 rebotes y 3 asistencias. ¿Será capaz de enlazar semanas de competición sin lesionarse? ¿Y de entenderse al cien por cien con John Wall? De eso, de su salud y la química que surja con Scott Brooks como entrenador en los Wizards, dependerán las opciones de dar ese salto al estrellato que se le resiste a un Beal que, como jugador, es un talento descomunal. Algo parecido al Ray Allen joven por su capacidad para percutir por fuera y acabar las jugadas con autoridad cerca del aro. Pero si siguen los problemas, físicos y deportivos, la paciencia se puede ir agotando en Washington…