Los Indians rozan el título tras imponerse otra vez en Chicago
Jason Kipnis y Carlos Santana lograron home runs y Corey Kluber cubrió seis efectivos innings. Cleveland se pone a una victoria de conquistar el campeonato por primera vez en 68 años.
Corey Kluber y Terry Francona se erigieron como grandes figuras en el triunfo de los Cleveland Indians por 7-2 ante los Cubs en Chicago, que coloca el 3-1 en la serie y les sitúa a un solo triunfo de su primer título en las Series Mundiales en 68 años.
La combinación de estas dos figuras, pitcher titular y entrenador de la Tribu, ha resultado ser demoledora para unos Chicago Cubs, que afrontaban muy felices los encuentros en Wrigley Field, incluso con la esperanza de ofrecer el campeonato a su sufrida afición, pero que está viendo como los de Ohio están convirtiendo esos sueños de grandeza en una pesadilla en vivo, con otra actuación soberbia de sus jugadores de las que hemos perdido la cuenta total a lo largo de un extraordinario mes de octubre.
Los lanzadores titulares no suelen actuar con menos descanso del habitual, encuadrados en las rotaciones actuales de cinco miembros, y octubre no suele ser el terreno ideal para hacer experimentos, pero también hemos perdido la cuenta de la enésima maniobra estratégica que le sale bien a Tito Francona, exigiendo a Kluber que lo hiciera con solo tres días de margen entre salida y salida, y que ha mostrado que los Cubs no tenían las respuestas necesarias tras su primer duelo en el inicio del Clásico… ni tampoco en esta nueva ocasión, que suele ser más complicado para el pitcher, por el hecho de que se agota ese halo de misterio que le rodea.
Al contrario que en el caso de sus compañeros de rotación, Josh Tomlin y Trevor Bauer, Kluber no tiene tantas limitaciones. Es el único as que le resta a Francona de su gloriosa rotación y ese uso intensivo no le está pasando factura ni a Kluber, ni a su técnico, ni muchísimo menos a la organización, con un uso muy racional de todas sus piezas.
Ni siquiera un dubitativo inicio, que colocaba la primera carrera del partido a favor de los Cubs gracias a Dexter Fowler, sacaba de su zona de confort a un Kluber que, metódico e incisivo, ha ido navegando por el turno de bateo de los locales con precisión quirúrgica, con seis strikeouts en seis entradas de un económico trabajo que le ha llevado hasta los 81 lanzamientos, cifra muy inferior a la que está acostumbrado.
Y tampoco los Cachorros pudieron disfrutar mucho de esa renta, sinónimo de triunfo para aquel que se adelantaba en el marcador desde el inicio de las Series de Campeonato hasta este cuarto encuentro de las Series Mundiales, puesto que el elegido para actuar en primera base, Carlos Santana en lugar del habitual Mike Napoli, igualaba la contienda con un soberbio home run.
Con un John Lackey totalmente desconcertado y furioso con el responsable de cantar bolas y strikes, el árbitro de home Marvin Hudson, los Indians no levantaron el pie del acelerador, impulsando una carrera gracias al swing del propio Kluber, que se vio muy ayudado por los dos errores en esa segunda entrada de un errático Kris Bryant en defensa.
Desde ese momento, los Indians apenas tuvieron que echar la vista atrás y Kipnis anotaba el 3-1 tras su doble y el single posterior de Lindor, porque ya sabemos quiénes amenazaban en el horizonte.
Aunque Lackey se mantuvo firme hasta completar cinco entradas, el relevo posterior de Mike Montgomery, soberbio durante gran parte de los playoffs, no fue el más idóneo, y permitió que se abriesen las compuertas con una anotación más en la sexta, al que hay que sumar el prodigioso home run de Kipnis de tres carreras, que quitó el aire y las esperanzas a una decepcionada parroquia en Wrigley.
Francona no se anduvo con tonterías y no levantó el pie del acelerador, recurriendo a Andrew Miller incluso con el 7-1 para completar un par de entradas y situar más cerca a los Indians de esa sólida ventaja en la eliminatoria. El zurdo se mostró humano, cediendo un home run a Dexter Fowler, pero fue poco más que una anécdota, al igual que la marca que estableció Miller con sus 29 strikeouts como relevista en una única postemporada, superando el registro del venezolano Francisco Rodríguez en 2002.
Sólo tres veces en el Clásico del otoño se ha levantado un 3-1 en contra, siendo los Pittsburgh Pirates de Willie Stargell en 1979 los últimos en conseguirlo, con los últimos dos triunfos como visitante, que es lo que deberán de hacer los chicos de Joe Maddon.
Con todo esto, el margen para los Cachorros se ha esfumado y tendrán que confiar en que su pitcher número uno, Jon Lester (2-1, 1.69 en postemporada) mientras que los Indians confiarán en Trevor Bauer (0-1, 5.00 en playoffs) para que la serie acabe en el hogar de los Cubs.