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Alexis Sánchez siempre está. A veces de manera brillante. Otras como actor de reparto. En pocas ocasiones jugando mal. Pero siempre está. Hay que rebobinar bastante para llegar al 2013, cuando no jugó en la apretada victoria chilena ante Uruguay, en el primer triunfo eliminatorio de Jorge Sampaoli como entrenador de la Roja.

No es fácil jugar sin Alexis. Porque es un jugadorazo. Distinto. Diferente. Si este juego fuera como el básquetbol, cuando el reloj te obliga a cederle el balón a un compañero para que intente acertar con la presión encima, el tocopillano recibiría la mayoría de los pases. En Chile y en el Arsenal. Porque Alexis juega sin presiones, con esa irreverencia fresca de quien entiende el juego de la pelota como un malabar individual en el marco de un contexto colectivo. Alexis disfruta jugando al fútbol y nos hace disfrutar a todos.

Es cierto que el fuerte de Chile ha sido, desde Bielsa a la fecha, disponer de buenos jugadores en el marco de un equipo. El baluarte nacional, ese que lo hizo ganar dos Copa América que muchos hoy minimizan (me imagino como habrían festejado si la hubieran ganado), ha sido representar un equipo por sobre las individualidades. Cierto. Pero para sostener esta idea los mejores futbolistas siempre van a marcar una distinción. En cualquier parte. Con cualquier esquema. Con diferente diseño. El talentoso traduce con sus pies el sueño del fanático. Sánchez es uno de esos.

No será fácil jugar sin Sánchez, pero hay que hacerlo. El desafío de Pizzi no es menor. Puede apostar a mantener un esquema. Buscar intérpretes que, por bien que lo hagan, no se acercan al nortino. O jugar derechamente a otra cosa, aunque el técnico es amigo de buscar en su libreta guiones que ya conoce antes de improvisar.

El que juegue por Sánchez, sea Puch, sea Orellana, sea Paredes, sea quien sea, debe tratar de jugar su partido. No hacer olvidar a Alexis. No tratar de reemplazarlo. Jugar con sus condiciones, potenciar lo que tienen y saber que, cuando este recuperado, Sánchez volverá a jugar. Porque esto es fútbol de alta competencia y juegan los mejores y Alexis es de los mejores del mundo en su puesto. Nada personal.

¿Se puede ganar sin Sánchez? Por supuesto. Chile lo ha hecho. Es más difícil. Como cuando Vidal no está. O falta Bravo. O Aránguiz. O Medel. O Marcelo Díaz. Un jugador de clase mundial, sin duda, pero dentro de un equipo. Chile ante Colombia debe volver a pensar como equipo.