Bielsa se despidió de Chile frente a Uruguay hace seis años

Marcelo Bielsa había desatado sentimientos poco habituales entre los hinchas. El DT logró ser venerado por varios por "cambiar el fútbol chileno". 

Ese era el foco del agradecimiento hacia el entrenador argentino. Llegó a mediados de 2007 bajo el alero de Harold Mayne-Nicholls. Fue el ex presidente de la ANFP quien lo convenció de retomar la dirección técnica de una selección tras su traumática salida de la Argentina. 

Bielsa logró sacar rendimiento a jugadores que venían de exitosos procesos en las divisiones menores e incrustó algunas piezas. El resultado fue exitoso. La disciplina se impuso y los resultados llegaron para dejar a Chile instalado en el Mundial de Sudáfrica.

Meses después, inesperadamente el rosarino decidió renunciar. El cambio de mando en la ANFP fue su motivo. Si seguía Mayne-Nicholls, continuaba. De lo contrario, diría hasta pronto. Las elecciones no favorecieron al mandamás vigente por lo que cumplió la promesa. 

La Federación organizó un compromiso ante Uruguay en el Monumental para despedirlo en grande. El partido fue eminentemente emotivo. Hubo banderas gigantes, pancartas de agradecimiento, gritos al entrenador y declaraciones que guardaban la esperanza de que el DT revirtiera su decisión.

"Ojalá lo reconsidere, la esperanza es lo último que se pierde", dijo Carlos Carmona. "No escuchar a la gente es traicionar al pueblo", exigió Mauricio Isla. "Fue el final de un ciclo. Varios sentimos pena", exclamó Claudio Maldonado.

El 2 a 0 fue un adorno menor. Bielsa se iba de Chile, nacían sus huérfanos.