El Celta, que contó con Marcelo Díaz y Pedro Pablo Hernández como titulares, no depende de si mismo para superar la fase de grupos: está empatado a puntos con el Standard pero tiene un tanto menos que el club belga en la diferencia de goles. El Celta ofreció su mejor versión en los primeros quince minutos, en los que acumuló un remate de Guidetti al poste (min.5), una genialidad de Iago Aspas ante los defensas Fiore y Scholz para marcar el primer gol del partido (min. 8) y un lanzamiento de Pione Sisto desde fuera del área (min.15). El gol de Aspas, que nació en un rápido saque de banda de Hugo Mallo acompañado por un par de regates del delantero, calmó el ritmo del Celta, únicamente superior en el comienzo del encuentro. Con numerosas imprecisiones en el pase, poco juego combinativo y nula presión al rival, el conjunto de Berizzo perdió el control del choque. El Standard se adueñó del centro del campo . No creó muchas ocasiones pero rozó el empate con un tiro de Belfodil que sacó Rubén (min. 20) y un cabezazo al poste de Orlando Sá tras un saque de falta (min. 37). El cuadro belga mostró más empuje y velocidad ; el Celta, más impaciencia y desorden, con poca conexión entre los jugadores de ataque -solo un tiro de Tucu Hernández desde treinta metros en la última media hora del primer tiempo- y con dificultades en defensa para parar al gigante Belfodil. Nada cambió en los primeros minutos del segundo tiempo . El Standard se refugió en Belfodil, que avisó con un peligroso tiro desde treinta metros, y el Celta siguió desconectado, con ocasiones aisladas, como un disparo desviado de Pione Sisto (min. 63). El partido se descosió, el choque de ida y vuelta que no esperaba Berizzo. Se adaptó mejor el conjunto belga a ese guión, pues propuso más intensidad en su juego, más verticalidad. El Standard se lanzó a por el empate con numerosas centros sobre el área gallega : un peligroso cabezazo de Orlando Sá que despejó Rubén (min. 76), un par de tiros en segunda jugada desde el borde del área (Mbenza min.78 y Trebel min. 80) y, como secuencia final del acoso, un centro lateral de Fai que finalizó con el gol del empate de Laifis, un cabezazo limpio (min. 81). No tuvo el Celta capacidad de reacción. Solo un lanzamiento de Sisto en los quince minutos finales, además de la expulsión de Iago Aspas, que le impedirá jugar en Atenas dentro de un par de semanas el día en el que el Celta se juega su pase a los dieciseisavos de final.