El enano de la Providencia
Diego Buonanotte es bueno. Bueno de verdad. Habilidoso, cuesta un mundo quitarle la pelota cuando la tienen adherida al pie izquierdo. Le pega de afuera. Asiste. Hace goles. Casi nunca hace goles feos, aunque estos también valen.
Ante Iquique, en el partido más importante del semestre para la UC, no sólo jugó su mejor partido con el equipo de la franja. Registró la mejor presentación individual de un futbolista en lo que va del torneo. Dio dos asistencias perfectas. Hizo dos golazos. Un rival se fue expulsado por bajarlo. Jugar con Buonanotte, en el torneo chileno, es una ventaja enorme.
Esto es fútbol. La Universidad Católica está cerca de un inédito bicampeonato en su historia Pero queda un partido que no es sencillo, contra Temuco en el sur. Y este juego ha demostrado cientos de veces que no se puede festejar antes. Pero la primera opción es de la franja. En buena parte porque el pequeño volante surgido en River Plate ha tenido un torneo impecable y porque como los grandes, juega mejor cuando su equipo más lo requiere.
Buonanotte siempre destacó en su club de origen. Su paso por Europa fue discreto. Tal vez la diferencia física haya sido un obstáculo insalvable. O quizás no logró adaptarse. Pero en este lado del mundo, en sudamérica, marca diferencias en cualquier lado.
Así como la dirigencia de la Universidad Católica se equivocó y bastante al contratar jugadores y entrenadores, en este torneo le apuntó a los tres refuerzos. Kalinski, Noir y sobre todo Buonanotte fueron aportes inmensos.
Buonanotte pertenece a ese grupo de futbolistas muy selecto, que da gusto verlo jugar, con la camiseta que sea. En otros tiempos, los hinchas de otros clubes pagaban una entrada para ver a los jugadores diferentes, como el Charro Moreno, como el Cuacua Hormazabal. como el Muñeco Coll, como Chamaco Valdés. Eso ya no pasa. Porque si fuera así, lo disfrutarían de todos los colores.
Mientras, el goce es para los hinchas cruzados y quienes admiramos al tipo que cumple en cancha lo que uno sueña en las fantasías.