El regreso de Iniesta puso fin al juego aburrido del Barcelona
Desde que volvió de la lesión, titular ante el Gladbach (4-0), Osasuna (0-3) y Espanyol (4-1). Su influencia en el juego crece por momentos.
En corto, como cuando empezó la jugada del 2-0 ante el Espanyol conectando con Messi, o en largo, como cuando encontró a Suárez en la jugada del primer gol con un desplazamiento casi a pie parado de unos 30 metros, Iniesta ha coloreado el fútbol del Barça desde que regresó de la lesión. El centrocampista de Fuentealbilla ha jugado tres partidos como titular desde que regresó de la lesión que sufrió en Valencia: 4-0 ante el Moenchengladbach en la Champions y 0-3 en Pamplona ante Osasuna y 4-1 contra el Espanyol en el Camp Nou. Un parcial de 11-1 y unas sensaciones completamente diferentes en el fútbol del Barcelona que estaba aburrido y que Iniesta ha sacudido desde que salió al campo para jugar ante el Real Madrid.
Aunque está escrito ya mil veces, es indiscutible la capacidad que tiene Iniesta para cambiarle la cara al Barcelona. Para empezar, hace mejores a los demás. Alba sabe cuándo atacar el espacio, Neymar se asocia con él para tocar, Suárez vuela al espacio y con Messi... Con Messi el entendimiento es con la mirada. Además de la jugada del gol, ante el Espanyol se les vio juntos gran parte del partido, casi en paralelo. Ambos estuvieron a punto de fabricar otra jugada de gol en un saque rápido de falta que el argentino no cazó por poco.
La intención de Luis Enrique vuelve a ser (confiando en que no vuelva a tener lesiones) dosificar todo lo posible a Iniesta en el mes de enero para que esté en su mejor condición física antes de la eliminatoria de octavos de final ante el PSG (arranca el 14 de enero) y desde ahí alargar su momento dulce hasta final de temporada: los dos últimos años, Iniesta acabó el curso como jugador más valioso de la final de la Champions ante la Juventus (2015) y de la Copa del Rey ante el Sevilla (2016).
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