Más agraz que dulce: El primer año de Arturo Salah en la ANFP

El 4 de enero, Arturo Salah asumió la conducción del fútbol chileno. Ese día el ex jugador y entrenador fue ungido como nuevo presidente de la ANFP.

La organización estaba en medio de una de las mayores crisis institucionales de la historia. La salida de Sergio Jadue había golpeado muy fuerte.

Salah no alcanzó a acomodarse en la silla. Debió de inmediato negociar con Jorge Sampaoli. Después de semanas intensas y calurosas logró un acuerdo satisfactorio para dejarlo ir. Problema uno resuelto, dilema dos en el horizonte.

El directorio activó la búsqueda del reemplazante inmediatamente. Las conversaciones decantaron en un nombre conocido del medio: Juan Antonio Pizzi.

La selección con Pizzi tenía un enorme objetivo enfrente: la Copa Bicentenario. Pizzi debía borrar el dulce recuerdo de Sampaoli e iniciar su propio camino. Con una sola victoria oficial, Macanudo viajó a Estados Unidos. Después de un inicio zigzagueante, Chile logró alzarse campeón.

A esa altura la auditoría forense que había encargado el directorio ya había sido conocida. El estudio repasó la gestión anterior y ofreció suficiente material como para preparar un par de querellas contra la gestión anterior.

Los primeros consejos no fueron nada de sencillos para Arturo Salah y su equipo. En uno de ellos. el directorio determinó en concomitancia con los clubes, desafiliar a Deportes Concepción. En otro, los mismos clubes rechazaron la rebaja en la cuota de incorporación a Primera B lo que generó otra tormenta por el problema que eso provocó para Valdivia, recién ascendido.

Las malas noticias también corrieron por cuenta de la FIFA que no tuvo piedad y castigó en reiteradas ocasiones a Chile privándolo de ejercer su localía en el Estadio Nacional. Las campañas no surtieron efecto y Chile se quedó sin ese recinto hasta nuevo aviso.

La salida de Felipe Correa tampoco fue fácil. Andrés Fazio logró dilatar la partida del gerente de selección hasta fin de año. En su lugar se nombró a Rodrigo Gómez, quien una vez oficializado debió ser bajado del cargo por incongruencias con los jugadores.

El SIFUP también significó un malestar para Arturo Salah. Los jugadores decidieron parar e impidieron que el campeonato se iniciara en la fecha prevista. Salah, asfiaxiado, caviló dimitir si la situación perduraba.

El paro se bajó. En la curva final del año, Arturo Salah logró sortear no sin dificultades la negociación por la venta del Canal del Fútbol.  

Llegó a diciembre a pie firme y ahora está ad portas de cumplir un año de mandato.