Jimmy Butler descolla con 52 puntos para salvar a Chicago
Sin Wade ni Rondo, uno por lesión y otro por decisión técnica, el escolta cargó con todo el peso del equipo y no falló. ¡Marcó 52 puntos!
En un United Center que pide a Rondo (sigue apartado por decisión técnica) y echa de menos a Wade (sus rodillas necesitaban un descanso), Jimmy Butler se puso el traje de superhéroe que tantas veces lució Michael Jordan en la Ciudad del Viento: 52 puntos, 12 rebotes, seis asistencias y tres robos de balón, todo con un 62,5% de acierto en los tiros y un asombroso 21/22 desde la línea de libres. Anotó 20 en la primera mitad y 17 en los últimos cuatro minutos. Alguien tenía que salvar Chicago.
Butler se convirtió en el segundo jugador de la historia de los Bulls que supera los 50 puntos en más de un ocasión (Jordan lo hizo 30 veces...) y en el octavo nombre diferente que llega a la mencionada cifra esta temporada (Isaiah, Harden, Cousins, Davis, Westbrook, Klay Thompson, Wall y ahora él), igualando el récord de la NBA para una campaña completa (2015-16 y 1989-90). Showtime.
Más allá de un partido en el que brilló Kemba Walker (34+11+4, 13/19 en los tiros... ¡All-Star!) y en el que Nikola Mirotic (12 puntos, dos triples), Denzel Valentine (de apenas jugar a clavar tres triples... luego se marchó con una lesión en el tobillo), Michael Carter-Williams (10) y McDermott (11) intentaron ayudar al gigante de Marquette que lleva el '21', merece la pena repasar rápidamente la evolución de Jimmy desde que llegó a la NBA en 2011.
Paul George y Kawhi Leonard son quizás los otros dos casos más parecidos al de Butler, tanto por tipo de jugador como por el camino que ha seguido su evolución hacia el estrellato. Pero ninguno es tan exagerado, ya que el de los Bulls llegó a la Liga como número 30 del Draft (en el 29 eligieron los Spurs a Corey Joseph). Butler solo disputó 42 partidos en su primer año y solo 8,5 minutos en cada uno de ellos. De ahí pasó a coquetear con la titularidad (26 minutos y ocho puntos), después fue el currante número uno de toda la NBA (un especialista defensivo que mejoraba cada día en el otro lado de la cancha: +38 minutos y 13 puntos) y hace ya más de dos años que se convirtió en el jugador total que es a día de hoy. Este año, por si todo eso fuera poco, aún ha encontrado espacio para mejorar: anota más que nunca (25 por partido),y rebotea más que nunca (6,7). Hace solo unos días que batió a los Nets con 40 tantos y un canastón sobre la bocina... No pares, Jimmy.