Burkina Faso da el golpe y se mete a semifinales en África
La sorprendente campaña del cuadro burkinés dio un paso importante tras derrotar por 2-0 a Túnez. Egipto o Marruecos será su rival en semis.
Cada dos años retumba el nombre de Aristide Bancé en el panorama africano y de nuevo ocurrió lo mismo en una Copa de África que tenía un espacio reservado para él, igual que las anteriores. El potentísimo delantero de Burkina Faso hizo saltar por los aires a Túnez en un final de partido que parecía encaminado a la prórroga y seguramente, a los penaltis. Pero la entrada de Demolition Man, como se le conoce, volteó el contexto y dejó en la cuneta a los tunecinos de nuevo mucho antes de lo esperado.
Cierto es que en el segundo tiempo desapareció por completo el conjunto de Kasperczak y si alguien mereció pasar, al menos por físico, ese fue el cuadro burkinés. Los tantos postreros de Bancé, de falta, y de Nakoulma, al contragolpe, así lo confirmaron.
Sonrió Burkina Faso como lo había hecho hace cuatro años, cuando alcanzó también las semifinales y posteriormente la final. Quedan bastantes jugadores de aquellos en la plantilla que ahora comanda el portugués Duarte y eso se nota en una gran firmeza defensiva. A diferencia del resto de conjuntos africanos, los potros son ordenados y es difícil hacerles ocasiones.
Ni con la calidad de los futbolistas de tres cuartos de Túnez hubo excesivo riesgo en la portería del joven Koffi, otra de las sensaciones burkinesas a sus 21 años. Un córner que se paseó por la línea y algún buen movimiento del delantero Khenissi, peor asociado esta vez con Msakin, la estrella tunecina, fueron las mayores amenazas para una Burkina Faso que lo fio todo a un partido largo.
Kasperczak también logró contener al jugador de más talento de los burkineses, Bertrand Traoré, y para eso puso al valencianista Abdennour como lateral izquierdo encima de él. No fue su mejor partido, pero al menos el del Ajax estuvo controlado y sólo dejó un lanzamiento al larguero en el primer tiempo como producción ofensiva.
El problema de Túnez no fue él, sin embargo, sino la potencia de Nakoulma y Bancé. Este último entró en el campo con los tunecinos bastante desgastados físicamente y su aportación fue decisiva. Se peleó con los centrales y marcó de falta el gol que allanaba el terreno de su equipo, sólo con diez minutos por delante. Su compañero de cabalgadas, Nakoulma, hizo el 2-0 para sentenciar a una Túnez tibia, muy en la línea de las últimas vistas. Burkina Faso está en semifinales. La Burkina de Bancé. Puro fútbol africano.