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Guarello

Los Juegos

Chile tiene una nueva oportunidad de organizar los Juegos a los que renunció en 1975 y 1987. Con presupuesto realista y la austeridad como bandera de lucha.

Los Juegos
Cristobal Martin

Si usted le preguntara a cualquier argentino, uno de los 46 millones que habitan en ese extenso país de 2.7 millones de kilómetros cuadrados, la ubicación en el mapa de la ciudad de La Punta, tendría suerte si uno de cada diez mil pudiera contestar de manera precisa. Y sin embargo, en el congreso de la Odepa realizado el 2013, cuando se eligió la sede de los Juegos Panamericanos del 2019, Santiago de Chile obtuvo la misma cantidad de votos, nueve, que la insondable ¿ciudad? de La Punta, una mancha en medio de la provincia de San Luis, que entre el polvo de la Pampa, despacioso atardecer en medio del infinito, junta con ayuda del Señor y los Santos Apóstoles, apenas 13 mil habitantes.

Lima ganó esa votación por paliza, 31 votos, y Santiago, como ya está visto, empató contra nadie. Fue un fracaso cuyo estrépito es directamente proporcional a la soberbia de quienes manejaron la postulación chilena, comenzando por el inefable Gabriel Ruiz-Tagle, persona tan desacreditada hoy que ni vale la pena escribir más de una línea sobre él, culminando con el presidente del Coch, Neven Ilic, quien se vio superado por las circunstancias y se vio a la hora de los votos (lección al parecer aprendida).

No vamos a detallar acá los sutiles dédalos que definen una elección de Juegos Panamericanos. Es una comedia de pequeños gestos, maniobras hábiles, negociaciones agotadoras y suprema inteligencia. Algo que se puede comparar una partida de ajedrez a ciegas, donde, la regla número uno, es no pedir nunca que voten por ti. Así de complejo.

Bueno, Chile tiene una nueva oportunidad de organizar los Juegos a los que renunció en 1975 y 1987. Con presupuesto realista y la austeridad como bandera de lucha, el ministerio encabezado por Pablo Squella va por los Panamericanos del 2023. Buenos Aires, improvisadamente, con una llamada telefónica casi, sumó su postulación a última hora.

A esta altura los porrazos han sido muchos y las vergüenzas otras tantas. Por el tamaño de la economía y la historia de nuestro deporte resulta increíble que en Chile todavía no se hayan organizado unos Juegos Panamericanos. México tiene tres, Canadá tres, Argentina dos, Estados Unidos dos, Brasil dos, Puerto Rico, Colombia, Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico, Cuba tuvieron su fiesta y ahora Perú será sede.

Es el momento. Con humildad e inteligencia. Sin pasarse de listo. Con la verdad como bandera de lucha. Todo lo que no se hizo en la anterior postulación.