Andrés Iniesta se confiesa: "No quería ir al Barcelona"
El volante se sinceró en el programa 'Universo Valdano' y con la misma sutileza con la que juega a fútbol dejó un buen puñado de titulares.
Con la elegancia de la frase sencilla por bandera y la sutileza de su fútbol aplicada a la palabra, Andrés Iniesta dejó anoche en ‘Universo Valdano’ (BeIN Sports) un buen puñado de titulares. Justo en la semana en la que dejó en el aire su continuidad en el Barça.
La charla arrancó desvelando el momento crítico que vivió al llegar a Barcelona con apenas 12 años. "En mi caso, la primera respuesta fue que no quería venir (al Barcelona) porque anteponía mi vínculo familiar a irme a un sitio tan lejano y sin ellos. Mi padre me hizo verlo como un reto. Yo le dije que daba el paso y que un año aguantaba como fuese. Después de eso, fueron los peores meses de mi vida como persona, pero con la ayuda de todo el mundo fue mucho mejor. Te arrancan de tus raíces y con 12 años, mucho más. Ese día que vinimos los cuatro, mis padres, mi abuelo y yo, el viaje fue tremendo. Esa noche en la que me quedé en La Masia y ellos se fueron al hotel fue una de las peores noches. Mi padre con todo lo valiente que es, si no llega a ser por mi madre, esa noche hubiese vuelto a la Masia y me hubiese llevado de vuelta. El reto era no fallar, no fallar a mi familia, a mí. El reto de que si había tomado esa decisión iría hasta el final. Yo siempre he dicho que mi sueño de niño era ser futbolista, no tenía otra aspiración”.
Iniesta, que siempre tuvo a Laudrup y Guardiola como ídolos, quiso destacar también la influencia de este último como entrenador. “Tiene una cosa muy significativa. Te convence porque las cosas que te dice pasan muchas veces. Nos llevó a creer en lo que hacíamos y cómo lo hacíamos. Eso mantenerlo durante años es muy difícil”, explicó.
El gol de Stamford Bridge y el de la final de Johannesburgo, momentos cumbre de su carrera, merecieron también repaso, así como la decepción por no ser titular en la final de la Champions de París (2006). “Fue un momento duro a nivel personal. No es que me haya quitado la espina, pero está superado. Es de esas cosas que a uno le duelen. Ahí quedó. La gente directa que lo sabía igual se quedó tan sorprendida como yo mismo. Son episodios que uno tiene que vivir y saber sobreponerse”, reveló.
Antes había señalado a Ronaldinho como la figura esencial del nuevo Barça: “Fue un jugador único. Cambió el rumbo del club y contagió su alegría al equipo y a todos los culés. Además se juntaron otras piezas fundamentales como fue la llegada de Samuel Eto'o al club, que le dio otra dimensión”.
La entrevista abordó también la marcha de Luis Enrique. “No cambia gran cosa que se haya pronunciado de lo que va a hacer el año que viene. No cambia en lo que se refiere a compromiso, a actitud, a lo que queremos conseguir o intentaremos conseguir de aquí a final de temporada. Evidentemente que cada uno tendrá su opinión de si es bueno que lo haya dicho o no. Es una decisión respetada y poco hay que añadir cuando uno puede decidir su futuro. Lo demás no cambia, ni por su parte ni por la nuestra. Sería de burros no verlo así. En ese sentido tenemos que estar tranquilos y pienso que la gente debe estar tranquilísima”, remarcó.
Sobre el debate por un Barça más vertical a partir del tridente y sus sensaciones, Iniesta fue claro. “Creo que no es justo comparar. También podrías hacer la comparación en cuanto a títulos y el primer año de esta etapa con Luis Enrique ganamos el triplete. El segundo dos Supercopas, la Liga y la Copa. No diría que el estilo varía mucho del anterior. Cada época tiene sus cosas. Es una evolución. Ni peor ni mejor. Quizás el juego haya cambiado o no, pero me siento igual de bien. Estoy disfrutando tanto como antes”, aclaró.
La elegancia directa de Iniesta.