Sordo y patinando a 92 km/h, la increíble historia de Sergio Evans
Nada detiene al joven patinador asturiano, sordo de nacimiento y subcampeón del mundo en longboard.
El oído resulta clave para el equilibrio, el oído permite escuchar el sonido de las ruedas y las protecciones sobre el asfalto, el oído es prescindible para Sergio Evans, un patinador asturiano capaz de coger grandes velocidades, hasta 92 km/h, con su longboard.
Dice que no quiere aparecer como un ejemplo, pero eso no quita que su historia sirva de inspiración para jóvenes con problemas similares. Jóvenes como él, que nació –sin antecedentes familiares- con una sordera muy severa, prácticamente total. A pesar de que sus padres probaron con todo tipo de especialistas, no hubo suerte en este sentido, pero sí en cómo siguió la historia.
Se puede considerar que 20 años de terapia, lucha y sacrificio alcanzan el éxito cuando se consigue que Sergio Evans pueda llevar una vida normal e incluso se haya convertido en uno de los riders más importantes de Europa, llegando a obtener en 2015 en Holanda un subcampeonato de Europa en longboard freestyle (estilo libre), una disciplina basada en los trucos con la tabla.
Sergio es consciente del importante papel que han jugado sus padres en su forma de enfrentarse a los obstáculos, "siempre les estaré agradecido por enseñarme a luchar por lo que creo y por no haberme marcado límites", añade.
Cuando bajas a 70 o 80 kilómetros por hora en una tabla de skate, cualquier error puede costarte muy caro
En cuanto al longboard downhill, el descenso de colinas por carretera y sobre asfalto, el patinador asturiano tiene su récord de velocidad en 90km/h. Sin embargo, no esconde el peligro añadido que supone su falta de audición para la práctica del longboard. "Cuando bajas a 70 o 80 kilómetros por hora en una tabla de skate cualquier error puede costarte muy caro", advierte.
Para el joven rider, la solución es más que lógica: “es cuestión de estar mucho más atento que el resto y entrenar un poco más". Por ejemplo, para avisar de un adelantamiento en los descensos de downhill, los competidores hacen chocar las chapas metálicas de protección que llevan en las palmas de las manos, un chasquido que Evans no puede oír, "por eso tengo que afrontar cada bajada con un plus extra de atención y concentración".
Sordo, abierto, hablador y simpático
La falta de audición tampoco ha impedido que Sergio Evans sea un joven realmente abierto, muy hablador y simpático. Gracias a sus años de terapia con logopedas y a su espíritu de superación, logra comunicarse con una normalidad que a primera vista impresiona.
El joven rider, que también practica otros deportes como el surf, en los que el equilibrio resulta fundamental, estudió un módulo de Carpintería y, aunque actualmente trabaja en una fábrica de aluminio vinculada a las energías renovables en su Asturias natal, su sueño es llegar a poder vivir completamente del longboard. "Patinar es algo que simplemente necesito, por eso me gustaría crear una escuela de longboard para niños y poder transmitirles esa misma pasión", afirma.
Me gustaría crear una escuela de longboard para niños y poder transmitirles esa misma pasión
De momento, la marca de moda especializada en gafas de sol Siroko acaba de estrenar un vídeo con su historia. "Me gusta dar mi visión de la vida: la de que hay que abrirse al mundo exterior y no tener miedo", explica. Con este vídeo grabado en enero en las inmediaciones del Teide (Tenerife), lo está consiguiendo, puesto que el vídeo está recorriendo las redes como la pólvora.
En la filmación de Kylian Castells se repasa la emotiva vida del joven patinador asturiano Sergio Evans, un patinador sordo y un crack en todos los sentidos cuya historia admite pocas comparaciones. Nos recuerda a otros grandes personajes del mundo de la acción como Aitor Francesena ‘Gallo’ o Marcelo Lusardi, un surfista y un skater, respectivamente, ciegos.
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