ROCKETS 118 - THUNDER 87 (1-0)
Harden y los Rockets pasan por encima de Westbrook
OKC aguantó hasta el descanso, pero tras la reanudación Houston abusó (59-33 en la segunda parte) de un rival sin recursos ofensivos.
Ningún enfrentamiento de esta primera ronda ha generado una expectativa mayor que el Rockets-Thunder. Pero quien esperara un primer duelo trepidante, rebosante de emoción y decidido en los últimos segundos se llevó un jarro de agua fría. Houston pasó por encima en la segunda parte (59-33) para apuntarse un comodísimo triunfo (118-87) y realzar su condición de claro favorito ante unos truenos decepcionantes. Es menester mostrar cierta cautela cuando solo se lleva disputado un partido en una serie al mejor de siete, pero este primer encuentro sirvió para confirmar que los texanos son mucho más equipo. En los últimos días, quizá llevados por el épico viaje final de Russell Westbrook para superar los 41 triples-dobles de Oscar Robertson, puede que redujéramos en exceso las distancias existentes entre ambos. Lo que no quiere decir que OKC no tenga opciones de clasificarse, pero estas son mucho más remotas que los de D'Antoni. Así de claro.
Pase lo que pase y aunque ya se haya cerrado la votación para elegir al MVP, el duelo James Harden-Russell Westbrook va a capitalizar la eliminatoria. Afirmar esto es una obviedad, como lo es también señalar la mayor amplitud de recursos de Houston. Si a este último hecho le sumamos la mejor versión de Harden (37 puntos, 7 rebotes, 9 asistencias y 3 robos por tan solo dos pérdidas) y la versión más obcecada de Westbrook (22+11+7, pero con una serie de 6/23 en tiros y 9 pérdidas)... ¡Voilà! Ni los Stache Brothers (Adams y Kanter fueron una sombra de las imponentes torres de los anteriores playoffs), ni Oladipo (horrible con una serie de 1/12 en el lanzamiento), ni los triples de Abrines (el balear se quedó sin anotar en 20 minutos de acción). Apenas Andre Roberson (18 tantos) aportó algo más que una justificada 'Westbrookdependencia' en el sin rigor ataque de los Thunder.
Visto lo visto, bastante hicieron los de Billy Donovan con aguantar el ritmo local hasta el descanso (59-54). Pero tras la reanudación, un excelso Harden y un Patrick Beverley enorme (21+10+3+2 robos) rompieron el duelo. Houston compensó su pobre acierto exterior (10/33 en triples) compensó una superioridad en el rebote (56-41) que se tradujo en 31 puntos tras rebote ofensivo. Convirtieron 12 de las 14 bolas extra de las que dispusieron. Media decena de jugadores locales alcanzaron los dobles dígitos en anotación produciendo solo entre Nene y Lou Williams 26 tantos, un par menos que los sumados por todo el banquillo de OKC.
LLamó la atención comprobar cómo Donovan relegó a un rol completamente residual a Domantas Sabonis. El lituano solo saltó a cancha en el garbage time con los locales mandando un serio aviso en el marcador y por sensaciones. Poco antes Harden, con dos triples marca de la casa, se había encargado de finiquitar —si no lo estaba ya— el encuentro. A fuego lento, el escolta reconvertido a base preparó una placentera merienda en el estreno de los playoffs. Quedamos a la espera de la reacción de un Russell Westbrook que se aferra a lo logrado el curso pasado cuando OKC se convirtió en el único equipo en levantar una serie tras empezar perdiendo por 30 o más puntos el game 1.