La Corporación se vuelve clave para los jerarcas de ByN
Muchas veces relegados a tercer plano, hoy el CSD Colo Colo toma un rol importante en el futuro de la concesionaria y, por primera vez, podría llegar a liderarla desde la era de Cristián Varela.
Un revés que nadie pudo vaticinar se vivió hoy en la Casa Alba en la comuna de Macul. Tras una votación sin precedentes, y que dejó más dudas que certezas, quedó la incógnita de quién presidirá a Blanco y Negro en el próximo período. Y aunque el lunes se intentará nuevamente elegir presidente, ya se vislumbra quién es el gran beneficiado de esta disputa por el poder: la corporación Club Social y Deportivo Colo Colo.
Ayer le llovió sobre mojado a Blanco y Negro. Lo que hace unos meses era una segura reelección de Aníbal Mosa, su largo historial de polémicas y la negociación "unilateral" de contratos, le pasaron la cuenta al empresario de Puerto Montt. Hoy existe un empate técnico entre ambos bandos y la Corporación dirimirá quién se queda en el poder, incluso, pudiendo lograr que uno de sus representantes consiga preciado puesto.
Esto último no ha sucedido desde la era de Cristián Varela, presidente de la Corporación entre 2004 y 2013, y que lideró también a la concesionaria entre 2005 y 2007. Esa vez, eso sí, Varela actuó por el interés de uno de los socios mayoritarios de la época, Gabriel Ruiz-Tagle. Algo que el actual presidente de la Corporación, Fernando Monsalve, quiere evitar: "He conversado con todos y no hay un proyecto. Cordialmente los invitamos a hacerlo. Aquí va la crítica a las sociedades anónimas. En tres días van a tener que elaborar uno. Vamos a votar por el mejor proyecto", dijo Monsalve a la salida de la reunión.
El grupo conformado por Leonidas Vial y Hernán Levy apoyó la candidatura de Jaime Pizarro. Viendo este panorama, Aníbal Mosa utilizó sus tres votos para trabar la elección, apoyando a Paloma Norambuena, representante de la Corporación. Sin embargo, los representantes del club no dieron los votos porque "solo se votó por nombres".
El problema que ve la institución encabezada por Monsalve, es que de liderar a la concesionaria necesita garantías mínimas por al menos uno de los dos bandos. De forma contraria, no tendría asegurado poder llevar adelante sus políticas en el club, porque no tendría seguro los votos en la toma de decisiones.
El Club Social y Deportivo Colo Colo nunca había tenido tanto poder como el que tiene hoy. Paloma Normabuena y Pablo Achiardi tienen en sus manos la posibilidad de resolver esta encrucijada o, directamente, ser la carta para gobernar el club albo.