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SÓLO PROMESAS

Las incongruencias que retrasan el avance del fútbol femenino

Las mujeres se han ganado un espacio en el fútbol. Sin embargo, más allá de las promesas realizadas por autoridades, en la práctica siguen siendo relegadas a un segundo plano.

Actualizado a
El fútbol femenino ha mostrado ser competitivo y, a pesar de las promesas, sigue siendo relegado a un segundo plano.

"Hagamos que las mujeres jueguen en ropas más femeninas, como lo hacen en el vóleibol. Podrían, por ejemplo, llevar pantaloncillos más ajustados". Esas fueron las palabras de Joseph Blatter en enero de 2014 que causaron la indignación de todas las mujeres que practican el deporte más popular del mundo.

Desde entonces no ha sido un camino fácil. Las intenciones por parte de autoridades políticas y del fútbol para promover el fútbol femenino han ido en crecimiento, sin embargo, al momento de llevar estas ideas a ejecución hay una diferencia abismal frente a lo que reciben las ramas masculinas. Problemas que van desde las cosas más cotidianas, como la calendarización de partidos locales hasta la falta de televisación de un partido de la Selección.

No es un problema menor. La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) se ha comprometido con distintos proyectos para que los equipos nacionales tengan sus ramas femeninas. De hecho, los equipos que quieran participar en copas internacionales de clubes tendrán que contar con un equipo femenino a partir de 2019. Pero las intenciones de la Corporación quedan en eso, porque al momento de profesionalizar la carrera de las futbolistas, nadie se hace cargo.

El campeonato nacional femenino, por ejemplo, es organizado por la ANFP, pero es un torneo amateur. Las jugadoras no cuentan con contratos, remuneraciones y, en algunos casos, tienen que pagar desde la indumentaria hasta el seguro médico. Y la directiva actual tiene clara la situación: “Chile ya tiene una liga que nos interesa desarrollar, de tal manera que las jugadoras tengan las condiciones básicas para desempeñarse. Si bien el mercado no está para pagarles un sueldo, que al menos no tengan que ellas gastar su propio dinero”, dijo Sebastián Moreno, secretario general, a revista Qué Pasa.

Pero al tener una oportunidad para cambiar la situación, como fue el último partido de las Chicas de Rojo, la directiva quedó al debe. No sólo porque el partido tuvo poca cobertura, también porque no se transmitió a través de ninguna plataforma. De hecho, María José Rojas dijo que el Canal del Fútbol (CDF), que pertenece a los clubes y donde la ANFP tiene un mandato, y Mega querían cobrar por transmitir el encuentro. Finalmente el partido no se transmitió y gran parte de los chilenos no pudo ver la goleada 12-0.

María José Rojas, tras el partido frente a Perú, comentó sobre esta situación: “Me preguntaron dónde iban a televisar el partido de Chile contra Perú. Tener que responder que ‘en ninguna parte’ da vergüenza, y debería darles vergüenza a ellos -los medios-, porque en el caso de CDF, donde todos los chilenos pagan por ver ese canal, deberían transmitir y no cobrarle en este caso a COFFUF , que organizó el evento. Lo mismo Mega, ¿entonces de qué estamos hablando?”.

No es un caso aislado. Hace unas semanas la ANFP decidió que la final de la rama femenina se jugara en el mismo horario de la final de la Champions League, entre Real Madrid y Juventus. Seguro poco supieron quien ganó esa final (Colo Colo).

Hasta ahora el fútbol se llena de intensiones. Se predica, pero no se practica.