Qué fue de Carl Lewis, el 'Hijo del Viento'
El hombre que ganó nueve oros olímpicos y ocho mundiales trabaja ahora en Houston a las órdenes de Leroy Burrell, su gran rival de hace años.
Carl Lewis, que en su momento fue considerado como el mejor atleta mundial del siglo XX por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) es ahora entrenador asistente en su universidad de origen, Houston, donde, curiosamente, está a las órdenes de Leroy Burrell, que en tiempos fue amigo, compañero en el Santa Mónica Track Club y gran rival en 100 metros, con alternancia de récords mundiales para ambos. Amigos siguen siendo; lo demás pertenece al pasado. Más curioso aún: uno de los atletas a los que Lewis aconseja y ayuda es Cameron Burrell, hijo de Leroy, que tiene 22 años y que ha corrido ya en 9.93.
Pero Carl Lewis es mucho más: vegano practicante, miembro de una asociación religiosa llamada Testigos Seglares de Cristo, actor de películas y series de televisión, embajador de la FAO, organismo de las Naciones Unidas, y hasta político frustrado. Una vida completa, desde luego.
Carl Lewis tiene nueve medallas olímpicas de oro, más una de plata, y en los Mundiales ha conquistado ocho oros, una plata y un bronce. Batió el récord mundial de 100 metros en Tokio 1991, con 9.86, y en 4x100 metros ha conseguido tres plusmarcas: 37.67 en Zúúrich 1991, 37.50 en Tokio, ese mismo año, y 37.40 en Barcelona 1992. En esos cuartetos Leroy Burrell compitió siempre en la segunda posta y Carl Lewis en la última.
Leroy fue el encargado de arrebatarle a Lewis la plusmarca de 100 metros, sustituyendo en lo más alto de las listas los 9.86 de King Carl por los 9.85 de su amigo y oponente en la Athletissima de Lausana 1994. Luego vendrían Donovan Bailey, Maurice Greene, Asafa Powell y Usain Bolt.
Estudió Comunicación en Houston, pero no terminó los estudios. Sin embargo, mantuvo relaciones cordiales con la universidad texana, colaboró esporádicamente en su cuadro técnico y, desde septiembre de 2014 trabaja a tiempo completo como entrenador asistente, a las órdenes de Leroy Burrelll.
Vive cerca del campus universitario, junto a su madre, Evelyn, que fue internacional por Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de Buenos Aires 1951, en los que acabó sexta en 80 metros vallas. No pudo acudir a los Juegos Olímpicos de Helsinki, al año siguiente, porque una lesión le impidió competir en los Trials.
Su padre, William (todos le llamaban Bill) murió hace años. Tiene dos hermanos mayores, Frank y Cleveland (a ambos los bautizó Martin Luther King, del que sus padres eran seguidores), y una hermana menor, Carol, que llegó a ser medalla de bronce en la longitud de los Mundiales de Helsinki 1983. “Debió nacer con la boca abierta, porque desde entonces nunca ha dejado de hablar”, ha dicho de ella King Carl.
Como vegano que es desde hace muchos años, ni consume productos animales ni los utiliza. Comparte esta visión de la naturaleza con otras personas célebres: Pamela Anderson (Los Vigilantes de la Playa), Alec Baldwin, James Cameron (director de Terminator, Titanic, Avatar…), Al Gore, Venus Williams, Stevie Wonder…
Espiritualmente no ve incompatibilidad en ser Cristiano, pertenecer a la asociación Testigos Seglares de Cristo (predicó en Tokio, durante los Mundiales de 1991) y tener simpatías con la filosofía hindú: su asesor espiritual fue el indio Sri Chinmoy y dentro de ese ambiente Lewis recibe el nombre de Sudahota, que puede traducirse por ‘El incomparable sacrificador de inmortalidad’.
Como actor ha participado en muchas series de televisión y películas, entre ellas Alien Hunter (Cazador de Extraterrestres) en la que interpreta a un asesor de comunicación en una base militar de Estados Unidos en la Antártida, cerca de la cual se descubre una nave espacial extraterrestre. También participó en Los Locos de Cannonballl III, en la que se interpretaba a sí mismo. Admira a Robert de Niro, Sidney Poitier y Derzel Washington
Ejerce desde hace años como embajador mundial de la ONU, en el marco de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y de hecho estuvo ayudando a plantar árboles en Haití, tras el mortífero terremoto de 2010.
Y entre tantas cosas que le satisfacen y le hacen feliz, según propia declaración, una frustración. Intentó hacer política y quiso presentarse al Senado de Nueva Jersey por el Partido Demócrata, en el distrito de Burlington County, pero su candidatura fue rechazada porque no pudo acreditar cuatro años de residencia en el Estado, según exigen las leyes electorales. Nunca más volvió a adentrarse en el mundo de la política.
Más éxito tuvo con su apoyo a la candidatura de Tokio a los Juegos de 2020. La ciudad le trae grandes recuerdos, porque allí batió los récords mundiales de 100 y 4x100 metros. También colabora con la candidatura de Los Ángeles a la edición olímpica de 2024 o de 2028. Allí, en el Memorial Coliseum, hace casi 33 años, consiguió cuatro medallas de oro. Una de ellas, la de 100 metros, la más querida para él, reposa junto al ataúd de su padre.