WIMBLEDON 2017

Muguruza fulmina a Kuznetsova y peleará de nuevo por la final

La española dominó por completo a la rusa y con su victoria vuelve virtualmente al top-10 mundial. Espera rival para las semifinales: Rybarikova o Vandeweghe.

Muguruza fulmina a Kuznetsova y peleará de nuevo por la final
TOBY MELVILLE
Nacho Albarrán
Nació en Madrid en 1972. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense. Entró en AS en 1996 para documentar partidos de fútbol y estuvo en Cierre antes de encargarse, durante cinco años, de la delegación de Asturias. Después formó parte del equipo de Ediciones y fue redactor de Baloncesto. Desde 2017 se ocupa del tenis día y noche.
Londres Actualizado a

Garbiñe Muguruza vuelve a las semifinales de un Grand Slam poco más de un año después de ganar Roland Garros. La española ya está entre las cuatro mejores de Wimbledon tras ganar a Svetlana Kuznetsova con autoridad y demostrando que es versátil, porque esta vez optó por un juego menos agresivo y más táctico: 6-3 y 6-4 en una hora y 15 minutos. Con este triunfo ante otra de las mejores jugadoras del circuito, la octava del ránking mundial, Muguruza vuelve al top-10 (es décima) y peleará por un puesto en la final (ya la disputó en 2015) con la eslovaca Magdalena Rybarikova o la estadounidense Coco Vandeweghe, quienes juegan a continuación su partido de cuartos.

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Garbiñe arrancó al ralentí, con 0-30 en contra en el primer juego. Pero no se dejó intimidar, evitó la rotura de saque y tuvo paciencia para soportar el chaparrón inicial de ataques de Kuznetsova, que tuvo un 15-40 más tarde. A Muguruza le faltaba un poco más de profundidad en sus golpes, que se quedaban francos a mitad de pista para su rival. Corrigió ese defecto y con su habitual potencia se fue a por el partido. En el cuarto juego arrancó un break en blanco que le sirvió para afianzar y sumar el primer parcial.

Con algunos problemas en las subidas a la red, la hispano-venezolana no se inquietó, y apoyada en sus buenos saques evitó que Kuznetsova le robara el servicio. Con intensidad, pero más control que ante Kerber (solo sumó 14 golpes ganadores y 15 errores no forzados), Garbiñe se apuntó otro break con una derecha ganadora. A partir de ahí, solo tenía que jugar con calma, soportar la presión de la rusa y asegurar sus juegos. Casi nada. Así cerró el partido con un ace y otro saque que Kuznetsova no pudo poner en juego. Lo hizo con la solvencia y la madurez que lleva mostrando durante todo el torneo. Virtudes la convierten en seria candidata al título.