La insólita forma en que jugador de OKC mejora los tiros libres

Steven Adams es un tipo curioso. Y desde luego es un pívot duro, un jugador de vieja escuela que se ha convertido en el gran escudero de Russell Westbrook en los Thunder (en lo espiritual, para lo otro ahora llega Paul George) y que con todavía 24 años se ha ganado su status en la NBA a base de sudor y de progresión contante en su juego: el pasado otoño amplió su contrato en OKC por cuatro años y 100 millones de dólares.

Pero esa progresión no se nota en absoluto en los tiros libres. O se nota muy poco: la pasada temporada fue la primera de las cuatro que lleva en la NBA en la que superó el 60% (61,1). El promedio de su carrera está en el 57% y en esa última campaña fue el sexto peor de los que habían lanzado al menos 100 en toda la Regular Season. Por detrás: Mason Plumlee, Bismack Biyombo, Dwight Howard, DeAndre Jordan y el rey de los problemas desde la línea de personal, Andre Drummond.

Así que según el periodista de Oklahoma Fred Katz, el neozelandés de Rotorua está obsesionado con mejor en esa faceta (en la que su equipo también está entre los peores de la liga) y entrena muy a su estilo: uno de los técnicos de los Thunder le golpea en el estómago sin previo aviso de vez en cuando mientras él está enfrascado en sus series de lanzamientos.

Porque así es Steven Adams.

Así lo cuenta este periodista en The Norman Transcript: “Algunos tratar de replicar el ambiente de los partidos. Otros tiran cuando están más cansados después de entrenar o corren series entre cada tanda de lanzamientos para acercarse al agotamiento que se siente cuando se está jugando. Pero Steven Adams ha llevado el asunto de los tiros libres a un nuevo nivel. Cuando está en la línea, el asistente Darko Rajakovic aparece de vez en cuando de la nada y le da puñetazo en el vientre cuando menos se lo espera. Pero así es como Steven Adams hace las cosas”.