La ley del Mono
Diego Sánchez es hijo de Gustavo Sánchez, portero de Palestino en los 80. Fue titular una temporada y la mayor parte del tiempo le tocó ser reserva de Marco Cornez. Sánchez padre cultivaba una pinta que era "retro" para la época: tenía bigote y usaba rodilleras.
Diego, más conocido como "El Mono", debutó a los 19 años por Palestino. Le tocó el servicio militar en Unión Temuco y Barnechea, en tercera división, hasta que Unión San Felipe lo trajo de regreso a Primera. Pese a descender ese año con los aconcagüinos, Ronald Yávar, ex portero de Unión, ex arquero, contemporáneo de Gustavo Sánchez y preparador de guardametas de los hispanos, vio las condiciones que tenía Sánchez chico, aquellas que el histrionismo a veces eclipsaba, y se lo recomendó a su jefe José Luis Sierra.
El propio Coto contó alguna vez entre risas que después del primer entrenamiento, quedó mirando a Yávar y le dijo: "¿De dónde sacaste a este payaso?". Sánchez era como los arqueros de antes, como Pancho Fernández, Manuel Araya o Leopoldo Vallejos. Gozaba con el fútbol, le restaba dramatismo y le aportaba locura. Cuando un tiro se iba alto, se colgaba del travesaño y se rascaba la cabeza como un mono. Cuando estaba de espaldas en el piso con la pelota en las manos, se la ponía rápidamente debajo del cuerpo y la usaba como resorte para saltar y quedar parado. Cuando una atajada era buena y lo aplaudían, movía la mano para decir "más o menos".
Fue campeón en su primera temporada en Santa Laura. Jugó el último partido lesionado y lo hizo vestido de negro, para homenajear a alguien a quien nunca vio jugar, pero que conocía de sobra por las miles de historias que le contó su padre. Su ídolo era el Loco Araya. Eso explica muchas cosas.
Pese a que en los últimos cinco años los ha hecho pasar sustos y ver canas verdes, los hinchas de Unión Española aman al Mono Sánchez.
Hoy, el meta hispano tiene la valla invicta, viste de riguroso negro y con manga larga, como los arqueros de antes. Ya no payasea mucho dentro de la cancha. No es que se haya puesto grave, pero algo en él cambió y los números lo avalan. Bajó de peso, tiene a Roberto Abbondanzieri, histórico arquero de Boca Juniors como jefe y referente y sumó confianza. Tal como se vio el sábado en Antofagasta, mucho del mérito de la Unión Española líder del torneo le pertenece al cuidavallas.
El Mono Sánchez está cerca de superar un registro histórico de Mario Osbén en el club, uno de los tantos extraordinarios arqueros que han jugado en Unión. El Mono está en su mejor momento. Y Unión es candidata al título.