La noche más triste de la generación dorada
Como si fuera una postal. Un cierre de película. Esos que aparecen con los créditos finales cuando el largometraje ya terminó. Claudio Bravo va en busca del gol que le permitiría ir al repechaje, pero su intento es en vano. Brasil despeja adecuadamente, como toda la noche y la pelota le queda a un solitario Gabriel Jesús quien anota en arco descubierto. Ese gol estuvo de más. Suma para la estadística, pero Chile ya estaba eliminado antes de eso.
Cada cuál buscará los responsables de este fracaso. No se pongan rojos. No clasificar al Mundial es un fracaso. Reconocerlo es el primer paso para levantarse. Algunos culparán al cuerpo técnico. Otros a los referentes del equipo. Otro a los nuevos que no han pujado lo suficiente. Otros a la prensa. Otros a los hinchas. Otros a la dirigencia. Es probable que todos tengan un poco de razón. El fracaso también tiene varios padres.
Hay hechos indesmentibles. Esta generación, la que ganó más cosas en la historia del balompié nacional, la que fue capaz de ganarse el respeto en todas partes, la que encontró un estilo de juego que comenzó a perderse poco a poco, comienza a escribir su final. No por haber quedado al margen de Rusia 2018. Ese sólo el condimento amargo en el final de esta historia. Para Qatar 2022, los estandartes de la generación dorada bordearás los 35 años. O más.
El grupo comenzó a exhibir fisuras propias del desgaste. Recriminaciones, acusaciones solapadas, las redes sociales utilizadas como un resumidero para descargar cuentas pendientes y realizar anuncios decisivos. En alguna parte se extravió el foco. Se perdió la pelota. La exigencia. La conversación real.
Chile está fuera del Mundial y eso no ocurrió esta noche en Sao Paulo. La doble fecha pasada fue catastrófica. La Roja no le ganó ninguno de los dos partidos a Bolivia y Paraguay, dos selecciones de menor tonelaje, que también mirarán el Mundial por tv. Como nosotros.
Tristeza. Llanto. Lamento. Chile está fuera del Mundial. Todos perdemos. La mejor generación de nuestra historia comienza a despedirse.