La heroica llegada del competidor más viejo de la Vuelta

Luis Santander alcanzó la cumbre de Farellones y no pudo más. Después de cruzar la meta, se bajó como pudo de la bicicleta, se tiró al suelo, y tuvo que ser asistido por la organización y parte de su equipo Quinta Normal. “Lo lograste viejito”, le decían al oído. Y tenían razón.

En ese minuto poco importaba el cansancio. Menos haber llegado en el último lugar del día a más de una hora del primero, el colombiano Christian Montoya. La carrera de Santander era contra él mismo, contra la imposibilidad de completar una escalada de alta montaña con 51 años. Y ahí, ganó.

Aficionado al ciclismo de toda la vida, creció disfrutando de la antigua Vuelta de Chile y hace unos meses decidió competir él. No tuvo problema para cumplir el objetivo en las primeras tres etapas, sin embargo, era consciente que hoy el escenario era distinto. El ascenso a Farellones estaba en otro escalón.

Por eso la emoción del final. “Mi sueño es terminar la Vuelta de Chile, ese mi objetivo, y ahora estoy a un paso de conseguirlo. No me importa el tiempo, ni la posición. Sería una emoción muy grande poder terminar estos cinco días, y ahora estoy a un paso”. Sólo le falta la última jornada.