¿La culpa es sólo de Vidal? Patudos

Injusto. Innecesario. Reduccionista. Ahora Arturo Vidal es el culpable de la eliminación chilena. Resulta que ahora todos sabían que el volante era la manzana podrida del cajón, pero guardaron el secreto celosamente para no herir el proceso.

Tengo varias dudas para aquellos que tratan a Vidal de la peor manera.

¿Cuándo le hizo los dos goles a Perú en un partido que casi lo ganó solo, ahí no era el borracho que dicen?

¿Cómo lo hizo para ganar cuatro títulos seguidos con la Juventus y dos con el Bayern Munich siendo un borracho?

¿Cuándo se convirtió en el mediocampista con más goles en la historia de la Roja, por qué no lo trataron de bebedor interminable?

¿Si Sampaoli les contó secretos, por qué no los exhibieron cuando el equipo ganaba? ¿O valen esas revelaciones al momento de la derrota? ¿Suena un poco oportunista o no?

¿Es normal, adecuado, profesional, que un medio periodístico trate a un futbolista de alcohólico? ¿Existe alguna certeza médica, confesión, tratamiento que nos permita catalogar de esa forma a Arturo Vidal? ¿Es válida la estigmatización? Quienes creen que es así, están en su derecho. Quizás poseen más información que yo. Tal vez manejen mejor los conceptos de adicciones como para etiquetar al volante de esa forma. Mi pregunta es ¿Vidal es alcohólico cuando pierde o también cuando gana?

Un medio español reputado, Sport, lo califica de borracho en el titular de su crónica. ¿Se imaginan algo parecido acá? ¿No era borracho cuando la rompió en las dos Copas Américas que ganó Chile? No leí ni escuché nada al respecto.

El problema de Arturo Vidal es bastante más complejo. De forma alguna es el único responsable de la eliminación chilena. Ni siquiera creo que sea el principal factor. Si Vidal tiene un problema con la bebida, cosa que no me consta, no podemos calificarlo con tanta soltura y liviandad. El alcoholismo es una adicción, una enfermedad, un estado multicausal. Es necesario remitirse al origen de la persona. Su biografía. Su entorno. Su desarrollo de vida. Las marcas de su infancia. Las responsabilidades que posee. Las vías de escape que todos, como sociedad, vamos creando. Las oportunidades que tienen. Las puertas que se le cierran. Incluso el factor genético. ¿Quiénes califican a Vidal de alcohólico, poseen toda esa información o se quedan sólo en el diagnóstico superficial, el que llega de oídas, disfrazado de rumor, de cahuín, de chisme?

¿En qué momento las fuentes periodísticas pasaron a ser las parejas de los protagonistas, sus madres, padres, hermanos, amigos, vecinos o plataformas digitales?

Seguramente Arturo Vidal se ha comportado mal. Él y varios más. Existen las personas, los estamentos, los mecanismos para afrontar esos temas. Si no funcionan es grave, porque la institucionalidad se pierde. Pero no sean frescos. Culparlo a él únicamente es injusto. Estigmatizarlo es reducir el tema. Hace algunas semanas Marcelo Bielsa dijo que en la victoria todos se acercaban a los protagonistas, pero en la derrota esperaban su caída para saltar sobre el afectado y darle con todo.

Cada día le encuentro más razón a sus palabras.

Lamentablemente.