La huella futbolística que dejó Beñat San José en Antofagasta
Tras un comienzo difícil, el nuevo DT dio con la fórmula táctica en los nortinos como un equipo sin grandes resultados, pero con destacado funcionamiento.
Este jueves, finalmente Universidad Católica confirmó los rumores previos y anunció, de manera oficial, la contratación del DT Beñat San José. Por espacio de dos temporadas, el española será el reemplazante de Mario Salas en la dirección técnica del primer equipo de los cruzados.
San José proviene del Bolívar de La Paz, club con el que logró el bicampeonato de Bolivia. Sin embargo, su imagen está muy presente entre los seguidores de la liga chilena por su paso por Antofagasta. Estuvo en el norte entre 2015 y 2016. Y más allá de los resultados, el técnico vasco dejó una huella futbolistica que llamó la atención por su puesta en escena.
Comienzo difícil
El nuevo entrenador de la UC asumió en la banca de los pumas en septiembre de 2015, cuando se habían disputado seis fechas del Apertura 2015-2016. El equipo iba antepenúltimo con dos puntos y al final no remontó, ya que concluyó el torneo último, con solo 11 unidades.
San José debutó ante San Marcos. Fue derrota por 1-0 en casa y, entonces, utilizó un 'españolísimo' sistema de juego 1-4-4-2. En ataque intentó el juego elaborado a ras de piso, mediante secuencias de pases y, para defender, no se apresuró en una presión alta. Lo hizo con un reagrupamiento de todo el bloque en su propio sector.
En el resto del campeonato solo pudo vencer ante Universidad Católica y contra San Luis. Por momentos dejó el esquema táctico inicial y se aventuro con un 1-4-5-1 y con un 1-4-3-3 ultra flexible. Los resultados ni el funcionamiento fueron los esperados, por lo que en el torneo siguiente innovó.
El juego atractivo
Durante el comienzo del Clausura 2015-2016, San José mostró otra cara al mando del elenco nortino. Conformó una línea de cinco en la retaguardia, por delante ubicó a tres volantes y en el ataque dispuso de dos hombres por el eje ofensivo.
En las cinco primeras fechas, en las que solo derrotó por 2-0 a Unión Española en Santa Laura, solo consiguió un triunfo. Sin embargo, en la sexta jornada (triunfo por 3-0 ante Huachipato) dio con la alineación que daría forma al equipo base: Matías Dituro; Francisco Sánchez, Alejandro Delfino, Rodrigo Riquelme, Branco Ampuero y Patricio Jerez; Marcos Bolados, Gonzalo Villagra y Hugo Droguett; Muriel Orlando y Flavio Ciampichetti.
Con esto hombres, Antofagasta se transformó en un equipo liviano, de movimientos rápidos y fluidos en la cancha al atacar y defender. La nutrida última línea le otorgó seguridad y, desde esta, los carrileros se desprendían rápidamente para colaborar en la construcción y en la llegadas a fondo por las puntas.
En el mediocampo explotó la figura de Marcos Bolados como interior derecho, muy bien respaldado por Villagra, como volante central, y en permanente y creativa interacción con el talentoso Droguett. Arriba, la dupla Ciampichetti-Orlando aportó goles, movilidad corta pero constante y reordenamiento presuroso para impedir el armado inicial del equipo rival.