Sevilla de Montella logró un sólido triunfo ante Cádiz
Dejó casi resuelta la eliminatoria ante el Cádiz con goles de Nolito y Navas y mejoró algo su impresión general. Rico le atajó un penal a Salvi en el 84’.
Tal vez condicionado por el poco impacto que había tenido su fichaje, el menudo Vincenzo Montella exigió una puesta de escena con vigor y brillo a su nuevo Sevilla. Lo consiguió. La primera media hora del Sevilla en Carranza tuvo sello. Andaba el equipo algo apagado, consumido y, aunque el adiós de Berizzo ha resultado triste y algo feo por las circunstancias, era imposible recordarle un partido completo con jerarquía. Ayudado por la extrema debilidad defensiva de los laterales del Cádiz, Correa y Brian, y de la dureza sin ningún sentido de sus centrales, Villanueva y Mauro, el Sevilla empezó a volar hacia cuartos de final en 23 minutos con goles de sus extremos, Nolito y Navas.
La presentación en sociedad de Montella no tuvo novedades tácticas de demasiada relevancia. Jugó con un 4-2-3-1 convencional aunque sí es cierto que el Sevilla recuperó algo de dinamismo por la posición de sus centrocampistas. Es obvio que el Sevilla es más con Nzonzi, que llevaba sin jugar desde el 21 de noviembre. Desde su atalaya es más sencillo organizarse. Un poco más de alegría sí tuvo el Sevilla, que después de hacer el 0-2 pudo cerrar el partido y la eliminatoria con un disparo al poste de Nolito. Luego, con el Betis en la cabeza, se echó a dormir en la segunda parte e incluso tuvo que apoyarse en Rico, que volvió a ganarse el sueldo y a demostrar que, a día de hoy, no debería haber debate sobre la titularidad en el Sevilla.
Álvaro Cervera se había tapado los ojos hacía ya mucho tiempo. Le resultó doloroso ver lo mal que gestionó su equipo los primeros minutos. El técnico priorizó la Liga y se dejó a sus dos mejores elementos, Álvaro y Salvi, en el banquillo. Los dos le pusieron pimienta al partido y desestabilizaron al Sevilla. Una buena prueba de que el plan de Montella, obvio está todavía cogido con pinzas. Salvi provocó un penalti en el que Rico estuvo algo cándido. Pero el internacional se rehízo con una parada de tronío que dejó sin mancha el debut de Montella.