Los Cavs no se levantan: sufren su peor marca ofensiva del año
Marcus Smart y Terry Rozier fueron los grandes protagonistas del triunfo verde. Isaiah no jugó, pero recibió una merecida ovación del Garden.
El emocional regreso de Isaiah Thomas a Boston se quedó fuera del parqué, ya que el nuevo base de los Cleveland Cavaliers acaba de recuperarse de su lesión de cadera y no jugará por el momento partidos en noches consecutivas. Una vez quedó aparcado ese tema, los Celtics no perdieron el tiempo. Salieron con fuerza, energía y las ideas claras (disciplina), intentando poner a LeBron, el coco de la conferencia este, contra las cuerdas.
Era el segundo enfrentamiento entre Cavs y Celtics y el primero había dejado un horroroso sabor de boca. Fue el primero de la temporada y Gordon Hayward cayó a los cinco minutos, momento en el que cambió la temporada de Boston. Los planes, las ideas, las aspiraciones... Desde aquel instante, el trabajo de Brad Stevens ha sido insuperable. Y ayer lo volvió a demostrar.
Los Celtics atacaron con inteligencia, golpeando los puntos débiles de los Cavaliers, explotando emparejamientos favorables. Fallaron contra las transiciones de LeBron en los primeros cinco minutos (tres bandejas a la carrera), pero corrigieron y el rey no volvió a cabalgar por el Garden en todo el partido. Algo de Kyrie en el primero (su presencia lo cambia todo: ayudas obligatorias y constantes del rival), una racha de Tatum (en el tercero) y después la revolución: el partido no fue ni de LeBron, ni de Irving, ni de Isaiah, ni de Horford, ni de Wade ni de Love. El partido fue de Marcus Smart, de Terry Rozier y de la defensa de los Boston Celtics.
Smart anotó siete seguidos en cuanto puso un pie sobre el parqué y hasta ocho se fue Rozier. Todo antes de que acabara el primer cuarto (32-21). En el segundo apareció la versión terrorífica de Korver, que clavó cuatro triples prácticamente consecutivos (tres desde el mismo sitio), pero la defensa de Boston seguía haciendo su trabajo a la perfección: quitando a LeBron y al propio Korver, 5/28 el resto del equipo en la primera mitad.
A los Cavs se les apagaron las luces (perdieron por el camino las piernas) y el partido acabó en paliza. Pero aún pudo ser peor: los Celtics fallaron nueve triples en el tercer cuarto, muchos de ellos abiertos.
Al final, un segundo arreón de Rozier mató el partido (espectacular: acabó con 20 puntos, máximo anotador). Un partido inteligente de los Boston Celtics, que dejaron a los Cavaliers en 88 puntos (su peor marca de la temporada), 34% en los tiros (segunda peor marca) y 25% en los triples (tercera peor). El 11 de febrero, tercer y último duelo.