Durant marcó la diferencia para los Warriors ante los Cavs
El segundo y último duelo de la temporada regular entre Cavaliers y Warriors nos dejó tres cuartos geniales y unas cuantas pilas agotadas.
Temperaturas bajo cero en Cleveland y duchas sin agua caliente en el vestuario de los Warriors. Pero dio todo igual. Los campeones se llevaron el segundo y último duelo de la temporada ante unos Cavs que fueron de más a menos y terminaron aplastados por el rodillo de la Bahía. Los 2+1 de LeBron, el catch&shoot de Klay, el primer mate de Stephen Curry este curso, más minutos que nunca para Isaiah y... Y la diferencia fue, una vez más, Kevin Durant.
Steve Kerr dio un golpe de efecto con el novato Jordan Bell en el quinteto titular, un cambio lógico por un interior más lento como Pachulia y contra un rival que abusa del small ball y que busca constantemente emparejamientos favorables para LeBron con los bloqueos. Bell quiere ser el segundo parche para todo de Kerr, que tiene el primero en esa maravilla/pesadilla de jugador defensivo (y total) que es Draymond Green: 11+16+9+2, otro día en la oficina.
Los Cavaliers salieron a por todas, con ganas de dejar atrás una racha de tres derrotas consecutivas (horribles todas) que, como dijo antes del partido Kevin Love, ya podemos decir que a estas alturas de la temporada es "muy de los Cavaliers"... Isaiah entró con ganas de marcar diferencias y lo hizo. Anotó la primera canasta y fue el motor de los Cavs en gran puesta en escena: 8/10 en los tiros y un 18-11 de parcial que obligó a Kerr a parar el partido.
Thomas fue importante siempre que estuvo en cancha por velocidad y por su imán para atraer defensores (un par de pases maravillosos al recibir la ayuda entrando a canasta; irá a más), pero también cometió un número importante de errores que no se pueden cometer (algún despiste defensivo, pero sobre todo malos tiros en transición que son puntos en el otro lado). No contra los Golden State Warriors.
El primer cuarto de Klay Thompson fue espectacular: 11 de los primeros 17 de los Warriors llevaron su firma. Y LeBron, que falló un par de veces desde fuera, trabajó dentro hasta conseguir su mejor primer cuarto de la temporada (16 puntos, acabó con 32, ocho rebotes, seis asistencias, tres robos y cuatro tapones). Porque solo así pueden competir con los de Oakland: 37-35 Cavs tras los primeros 12 minutos (58% en los tiros Cleveland y 57% Golden State).
Del mate de Durant sobre LeBron al tapón de LeBron sobre Durant. Gran final de primera parte de Wade (canasta, robo y asistencia), el primer mate de Steph Curry esta temporada (número 25 de su carrera; él y KD anotaron los mismos puntos que los Cavs en el tercer cuarto), las pérdidas del rey (ocho en total) y el récord de minutos de Isaiah (26 en tres cuartos, 32 totales) nos llevaron hasta el 93-91 Warriors con 12 por disputar. Pero para entonces, con todas las cartas sobre la mesa, los locales habían agotado pilas... El equipo más mayor de la NBA (o el más lento, como dice Tyronn Lue) es también la segunda peor defensa de la liga, y entre una cosa y la otra, los Warriors, uno de los mejores equipos de baloncesto de la historia.
La profundidad volvió a ser clave, con Livingston, David West y compañía haciendo daño en minutos en los que los Cavs deberían intentar recuperar... Todo lo contrario, claro. Y la gran diferencia se apellida Durant. Un Durant centrado que defiende como los mejores (por dentro y por fuera, ventajas de un físico imposible), no comente errores, no fuerza lanzamientos, sonríe por sus compañeros (ocho asistencias... A Curry, pero también a Bell o a Young) y no falla un solo tiro liberado. Un Durant asesino (32 puntos, 9/16 en los tiros, 4/6 en triples) que vuela imparable hacia su segundo anillo.