De Tocopilla a Manchester

No se confunda, el Manchester United es uno de los equipos top a nivel mundial, de esos que hay muy pocos. Como el Real Madrid, como el Barcelona, como el Bayern Munich, como el Milan. Hay varios clubes que quieren entrar en este selecto grupo y lo han intentado a base de inversiones enormes, como el Manchester City o el PSG, pero todavía no lo han conseguido.

No se confunda, en la historia el Manchester United es muy superior a los vecinos del City. Tiene 20 ligas locales contra tres del equipo de Pep, que va camino a la cuarta corona. Los Diablos Rojos suman tres Champions, los Ciudadanos todavía ninguna.

No se confunda, el Manchester United no es una moda de los últimos tiempos en base a mucho dinero. Los diablos rojos son una academia, una verdadera escuela de fútbol que saca y saca jugadores, contrata con pinzas y mantiene procesos. Cuando se ha salido de esa línea ha vivido sus épocas grises. Con Matt Busby en la banca implantaron una forma de juego que siguen respetando. Se recuperaron del desastre aéreo de Munich en 1958 y diez años después fueron los primeros ingleses en ser monarcas de Europa, con tres jugadores en sus filas que fueron los mejores del viejo mundo: George Best, Dennis Law y Bobby Charlton.

No se confunda, Alex Ferguson tuvo que remar para recuperar glorias pasadas. El técnico escocés convirtió al equipo en una máquina de ganar y hacer dinero. El recuerdo de su período está mucho más fresco en la memoria. Cantona, Cristiano Ronaldo, Scholes, Giggs, Beckham, Keane, Schmeichel, Yorke, Sheringham, Rooney, un tropa de nombres para crear una marca registrada que no se extingue aún.

No se confunda, el paso de Alexis Sánchez es gigantesco. El más grande de su carrera hasta ahora. Se metió en la élite del fútbol mundial. Saquemos los millones de euros, las cláusulas de salida, los chismes faranduleros, los representantes ambiciosos. Saquemos la envidia de un medio que siempre le encuentra pelos a la sopa, que cree que alabar a un futbolista es rendirle pleitesía. Saquemos todo eso. Dígame que no es cierto que ver a un chileno en Old Trafford, en el Palacio de los Sueños, no será un deleite. Somos una generación privilegiada. Seremos testigos de eso.