¿Qué le pasa a la U?
Fue un partido ajustado, un resultado estrecho. ¿Por qué la molestia del hincha, de los históricos? Porque no se aprecian cambios. No se ven diferencias al final del torneo pasado que no fue bueno.
Universidad de Chile comenzó perdiendo. No es tan grave si consideramos que es la primera fecha del campeonato. Con un partido jugado no da para sacar conclusiones tajantes. Para nadie. El tema es que en la U el mal juego es una deuda de arrastre que viene desde el torneo pasado. Cuando eso ocurre, cuando se transforma en una tendencia más que en un lunar, podemos intuir que el asunto es más serio. Un problema estructural.
Ángel Guillermo Hoyos fue campeón en su primer torneo. Ese equipo no deslumbraba pero era sólido. Si uno mira las formaciones, no es tan diferente al actual. Algo se perdió en el camino. Algunas cosas pueden recuperarse, otras parece que se diluyeron y es necesario un remezón al tablero.
A esa U le hacían pocos goles. Muy pocos. La defensa era la misma de ahora. Igualita. En la mitad de la cancha se fue un futbolista fundamental. Gonzalo Espinoza. No es el más fotografiado, ni el más requerido por las cámaras, pero desde que partió los azules no han podido suplirlo. El juego comenzaba en su pies. El pelotazo largo y la precisión de su pegada. No ha encontrado la forma de replicarlo ni en Seymour, ni en Caroca, ni siquiera en Pizarro. Los mencionados son buenos futbolistas, pero juegan de otra cosa.
En esa U que arremetió sobre el final superando a Colo Colo, Felipe Mora hizo todos los goles que pudo y más. Si bien Mauricio Pinilla marca diferencias en ataque y su aporte goleador es valioso, los azules perdieron peso arriba, no individual sino que colectivo. La dependencia en Pinilla es absoluta. Carece de sorpresa. De un futbolista que logre desequilibrar pero en las zonas de trascendencia. La contratación del venezolano Soteldo es una buena señal para recuperar ese factor. Pero ojo, Soteldo juega muy bien, es muy habilidoso, un gran talento, pero debe volcar eso en lo colectivo. En Huachipato hizo cosas muy buenas, pero eso no se reflejó en la campaña de su equipo. Los acereros no hicieron un buen torneo y en el promedio sólo superaron a Palestino y Wanderers. Muy poco.
Conversando con buenos amigos futboleros, algunos de ellos hinchas azules hasta la médula, me destacaban un punto. Las inferiores. Hace cuánto tiempo la U no saca un crack desde la cantera. Un futbolista diferente. O alguno que no sea un estelar, pero sostenga una campaña completa. ¿Ángelo Henríquez? ¿Marcelo Díaz? Demasiado tiempo. Los proyectos que han insinuado aparecer se han quedado en eso. Nicolás Guerra parece surgir como aire fresco, pero todavía le falta. La U ha debido ir a buscar afuera los jugadores que no tiene adentro. Eso, en un equipo grande que históricamente ha sido un semillero de figuras, es alarmante.
La U perdió en el debut. Tampoco le pasaron por arriba. Fue un partido ajustado, un resultado estrecho. ¿Por qué la molestia del hincha, de los históricos? Porque no se aprecian cambios. No se ven diferencias al final del torneo pasado que no fue bueno. Cómo se juega sí importa. Siempre. Puedes perder, es parte del juego, pero cuando el rival te supera, no cuando te pegas reiterados balazos en los pies.