González
El ojo de Rueda
"Hay técnicos que tienen ojo. Rueda lo demostró al ver en Marco Bolados lo que otros no vieron. Claro, no es el mismo jugador que tuvo Guede".
Hay técnicos que tienen una capacidad casi mágica para encontrar jugadores en puestos claves, futbolistas que no han sido tomados en cuenta, que otros estrategas han desechado, y que explotan con todo su potencial ante la más mínima muestra de confianza. Eso le pasó el sábado a Marcos Bolados en Estocolmo.
Los ayudantes de Reinaldo Rueda le vieron un par de partidos en Universidad Católica y el técnico, unos pocos entrenamientos en Juan Pinto Durán. Eso bastó para que no solo fuera una de las sorpresas de la nómina del colombiano. Más encima ingresó y anotó el 2-1 sobre Suecia, el gol del triunfo en el debut del colombiano.
Podrán pasar muchas cosas de aquí en adelante, pero el primer paso ya está dado. El seleccionador creyó en alguien por quien otros, como Pablo Guede, no daban nada. Y le resultó de inmediato. Después de un año y medio prácticamente olvidado en Colo Colo, el antofagastino se llenó de vida en las frías tierras suecas.
Ejemplos hay varios y bien cercanos. Marcelo Bielsa hizo debutar a Javier Mascherano en la selección argentina cuando aún no debutaba en primera división. El propio Bielsa confió en Mauricio Isla, quien tampoco había jugado en Primera, y en otros de escaso pedigrí futbolero, como Carlos Carmona y Gonzalo Jara. Además, el Loco colocó a Gary Medel como defensa central. ¿Quién más lo hubiese hecho?
Hace muchos años, Nelson Acosta se la jugó en su momento por el folcklórico Luis Chiqui Chavarría en un partido clave contra Uruguay. Juvenal Olmos confió ciegamente en Mark González. Y Jorge Sampaoli transformó a un desechado Marcelo Díaz en súper crack.
Hay técnicos que tienen ojo. Rueda lo demostró al ver en Marco Bolados lo que otros no vieron. Claro, no es el mismo jugador que tuvo Guede. Beñat San José peleó por llevárselo a la Universidad Católica, luchó por recuperar a ese crack que tuvo en Antofagasta y que estaba confinado al olvido en el Monumental.
La tarea ahora es de Bolados. Rueda a confió en él… y en su propio ojo como entrenador.