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MUNDIAL 2018

Las fortalezas tácticas de Francia para llegar a la final en Rusia

Los galos están ante la chance de lograr la segunda Copa en su historia y su labor se funda en un actuar defensivo sin pudores y ataques sencillos y veloces.

Las fortalezas tácticas de Francia para llegar a la final en Rusia
JAVIER GARCIA/MEXSPORT/PHOTOSPORT

La selección de Francia sufrió para derrotar a Bélgica por 1-0 e inscribir su nombre en el partido por el título del Mundial Rusia 2018, que se disputará este domingo desde las 11:00 horas en Moscú. La escuadra rival, por momentos, acorraló a los galos y fue superior en el desarrollo del juego. Sin embargo, el elenco dirigido por Didier Deschamps ha sido uno de los mejores del torneo. Bien merece la chance de disputar el cetro del campeonato.

La participación de Francia ha transitado desde un irregular funcionamiento colectivo hasta momentos de máxima excelencia futbolística. Esto le permitió, en un principio, ganar el Grupo C del certamen, que integraban también Dinamarca, Perú y Australia. De manera estrecha venció por 2-1 a la escuadra oceánica. A continuación, en igual forma, superó por 1-0 a los sudamericanos. Cerró su participación, empatando 0-0 contra el elenco danés.

En un desaire histórico a lo que ha sido su gran tradición en el fútbol, ya en la fase de grupos hubo un hecho que quedó muy claro: nada de avergonzarse por cederle el manejo del balón al rival de turno. Su promedio de tenencia de la pelota asciende a 49 por ciento en Rusia 2018. Durante las etapas de eliminación directa, la media ha sido 46%. En la semifinal ante Bélgica, el cuadro galo fue claramente sometido en el control de la pelota, pues los belgas registraron un 60% de posesión.

La trascendencia del dato radica en que expresa la plena adecuación del fútbol francés a la impronta dominante en el Mundial. La clave en el evento disputado en el país euroasiático no ha sido vencer en la posesión, ha sido la eficacia máxima en la transición, el tercer momento del juego tras las fases ofensiva y defensiva. Lo que realmente importa en Rusia 2018 -y por añadidura en el paradigma del fútbol actual- es la cantidad de llegadas o situaciones de gol. Ya no tanto tener el balón.

El poderío de los aspirantes al título se encuentra en el desarrollo de ambos matices de la transición. Perdida la pelota, el equipo galo retrocede en el campo de juego, teniendo como límite de repliegue el borde superior del área penal. Se cierra con la dos líneas de cuatro bien compactas, más el apoyo defensivo por delante del bloque del delantero retrasado Griezmann y la labor disuasiva de Giroud, el '9' francés. El proceder defensivo está muy claro: no hay visos de desesperación cuando el oponente maneja el balón y situaciones de quites inmediatos tras perder la pelota (el 1-0 contra Perú) son solo esporádicas.      

En la fase ofensiva, el cuadro francés experimenta un vuelco en su postura conservadora. Esto es inmediato, no hay mayor dilación y el paso al ataque es masivo y fluido. Los galos son punzantes y van directo hacia adelante, aprovechando los espacios disponibles. A Griezmann y Giroud se agregan por los costado Mbappé y Matuidi, formando una línea de cuatro en ofensiva. Colaboran también el volante central suelto que normalmente es Pogba y uno de los laterales que sube para generar peligro. En el mejor momento de Francia en Rusia, Argentina padeció todos estos embates y los europeos terminando festejando el triunfo con más contenido en lo que va del Mundial.